Uruguay: hallaron los restos óseos de desaparecidos por la dictadura

En el laboratorio de Antropología Forense se buscará determinar la causa de la muerte. Luego se enviará una muestra de ADN a Argentina para conocer la identidad de la víctima. 

La Institución de Derechos Humanos (INDDHH) de Uruguay informó del hallazgo de nuevos restos humanos enterrados en el Batallón de Infantería N° 14, en el departamento de Canelones, que en principio pertenecen al mismo cuerpo encontrado el martes, producto de excavaciones que se realizan en la zona desde hace un año. El Batallón de Infantería Paracaidista N°14 ocupa unas 410 hectáreas, de las cuales unas 32 están por indicación judicial impedidas de todo uso para permitir la búsqueda de restos de desaparecidos, según datos oficiales. 

Los detalles del hallazgo 

«Se está completando el cuerpo hallado, está bastante completo ya, faltan algunas horas de trabajo», anunció el director de la INDDHH, Marcos Israel, en conferencia de prensa. Israel explicó que luego de completar el cuerpo, los restos serán llevados al laboratorio de Antropología Forense, donde se buscará determinar la causa de la muerte. Después se enviará una muestra de ADN a Argentina para conocer la identidad de la víctima, un trabajo que puede prolongarse durante un mes. 

El titular de la INDDHH aseguró que la «zona sigue siendo de interés» y que «podría haber más cuerpos», según informó el diario local El Observador. La encargada del grupo de investigación forense, Alicia Lusiardo, expresó que en lugar del hallazgo hay poca profundidad. «Este enterramiento estaba entre 20 y 40 centímetros de profundidad con cal por debajo y el cuerpo estaba boca abajo, abundante cal por encima y una loza por encima. La cal generó un molde y se puede ver los talones, las piernas, muslos, glúteos en esa cal», explicó la experta. 

«Tenemos que tener las bases de datos de las familias porque primero tiene que haber una coincidencia a nivel genético que después se va a corroborar con trabajo antropológico y estadístico para saber la identificación», agregó Lusiardo. El martes la INDDHH reveló el encuentro de un cráneo con cal y anticipó que la justicia iniciaría los trabajos para determinar si pertenece a detenidos-desaparecidos en la última dictadura. 

«La confirmación de que están ahí» 

Varios integrantes de la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos se acercaron el miércoles al Batallón 14 en Toledo, Canelones, para poder ver el trabajo del equipo de antropólogos. «Como las otras veces, siempre es la primera vez», dijo Elena Zaffaroni, integrante de la agrupación, al salir del predio. «Es muy, muy emocionante, muy removedor. Es la confirmación de que están ahí, de que están ahí y no los entregan, de que están ahí y no los exigen, pero están ahí y salen a la luz gracias a este equipo espectacular», expresó conmovida Zaffaroni, según consignó la diaria. 

Nilo Patiño, también integrante de Familiares, aseguró que tiene «sentimientos encontrados» frente al hallazgo. «Es indescriptible ver cómo un ser humano puede ser enterrado de esta forma, desaparecido, como si se lo hubiese tragado la tierra, literalmente», reflexionó Patiño, quien agregó que, por otro lado, está «la indignación, digamos, de cómo, por ejemplo, se le puede dar prisión domiciliaria a quienes perpetraron estas cosas, una cosa insólita en un país democrático, parecería que es una cachetada», en referencia al proyecto de ley sometido a estudio en el Parlamento.  

«Tendríamos que pasar a otra etapa, teniendo información e ir a lugares mucho más concretos. Eso solamente se puede lograr si hay una actitud del gobierno que intente buscar la documentación y la información», remarcó Patiño, quien consideró que «esto hay que solucionarlo de una manera u otra, y sobre todo depende del gobierno, que es quien tiene la responsabilidad de brindar la información y no excusarse en que las Fuerzas Armadas no le dan la información». 

Un símbolo de la represión 

El Batallón 14 fue un centro de detención y tortura durante la dictadura, y señalizado sitio de memoria por la Ley 19.641. En ese batallón, ubicado en la ciudad de Toledo, se encontraron en 2011 el cuerpo del periodista y pedagogo Julio Castro, secuestrado y desaparecido en agosto de 1977, y en 2012 los restos del trabajador Ricardo Blanco, secuestrado en enero de 1978.  

En 2005 el gobierno de Tabaré Vázquez, que había informado que ingresaría a los cuarteles para la búsqueda de desaparecidos, recibió la información de que en ese centro militar estaban enterrados los restos de María Claudia García de Gelman. García estaba embarazada de siete meses cuando fue secuestrada en Buenos Aires junto a su marido Marcelo Gelman en 1976. La trasladaron al centro clandestino de detención Automotores Orletti y tiempo después fue llevada a Uruguay, donde dio a luz a su hija y luego la asesinaron. 

Más tarde el padre de Marcelo, el poeta Juan Gelman, se puso al frente de la investigación sobre su nieta, a quien encontró en 2000. Desde el hallazgo de los restos de Blanco, el único cuerpo que se encontró fue en 2019 el del militante comunista Eduardo Bleier Horovitz en el Batallón N° 13, el quinto de un detenido desaparecido desde 2005, que se suma a la identificación de los restos de Roberto Gomensoro en 2002.
 

Al 2023 se contabilizan oficialmente 197 personas desaparecidas por acciones ilegítimas del Estado uruguayo entre 1968 y 1985, período que incluye la aplicación de medidas de excepción por la violencia política y social y la posterior dictadura cívico-militar. Esa cifra incluye desapariciones sucedidas en Uruguay, pero también otras donde el Estado uruguayo tuvo responsabilidad en el extranjero. La gran mayoría ocurrieron en Argentina, en el marco del Plan Cóndor. 

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