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* Caracas condenó las declaraciones «belicistas y extravagantes» del mandatario estadounidense y destacó que Washington busca un «cambio de régimen» para apropiarse de los recursos petroleros venezolanos.
El Gobierno de Venezuela rechazó ayer miércoles las declaraciones del presidente estadounidense, Donald Trump, en las que admitió haber autorizado «operaciones» encubiertas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) en territorio venezolano.
«La República Bolivariana de Venezuela rechaza las declaraciones belicistas y extravagantes del presidente de EE.UU., en las que admite públicamente haber autorizado operaciones para actuar contra la paz y la estabilidad de Venezuela», se lee en un comunicado difundido por el canciller Yván Gil en su canal de Telegram.
En el texto se advierte que «esta afirmación sin precedentes constituye una gravísima violación del Derecho Internacional y de la Carta de las Naciones Unidas, y obliga a la comunidad de países a denunciar estas afirmaciones a todas luces inmoderadas e inconcebibles».
«Cambio de régimen»
Caracas calificó como una situación de «extrema alarma el uso de la CIA, así como los despliegues militares anunciados en el Caribe» y valoró que estas acciones «configuran una política de agresión, amenaza y hostigamiento contra Venezuela», consistentes con la legitimación de «una operación de cambio de régimen» cuyo propósito sería «apropiarse de los recursos petroleros venezolanos».
Previamente, el presidente Nicolás Maduro repudió los intentos de deponer gobiernos por medio de la CIA, dado el cruento historial acumulado en la región. «No a los golpes de Estado dados por la CIA, que nos recuerdan tanto a los 30.000 desaparecidos en los golpes de Estado contra Argentina, al golpe de Estado de Pinochet y los 5.000 jóvenes asesinados y desaparecidos. ¡Hasta cuándo golpes de Estado de la CIA! América Latina no los quiere, no los necesita y los repudia», dijo al respecto.
En referencia al alegato esgrimido por Trump para autorizar a la CIA a operar en suelo del país bolivariano, según el cual esa nación suramericana habría «vaciado sus prisiones» para enviar migrantes a EE.UU., las autoridades venezolanas advirtieron que estas expresiones «persiguen estigmatizar a la migración venezolana y latinoamericana, alimentando discursos xenófobos y peligrosos».
Para concluir, Venezuela informó que interpuso formalmente la denuncia de estos hechos en la reunión extraordinaria de cancilleres de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), celebrada esta jornada, y anunció que este 16 de octubre hará lo propio ante la Secretaría General y el Consejo de Seguridad de la ONU, donde demandará nuevamente «la rendición de cuentas» a Washington y exigirá «la adopción de medidas urgentes que impidan una escalada militar en el Caribe».
Agresión de EE.UU. en el Caribe
Actualmente, Washington realiza acciones militares y bombardeos en aguas cercanas al territorio venezolano con el argumento —sin sustento ni pruebas— de combatir a los cárteles del narcotráfico. Caracas ha calificado esas acciones de «agresión» y ha cuestionado la verdadera razón de los operativos. Además, el pasado mes de agosto, EE.UU. desplegó un amplio contingente militar en la zona.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, sostiene que su país es víctima de «una guerra multiforme» orquestada desde EE.UU. El Estado venezolano, ha reiterado, está siendo objeto de una «agresión armada para imponer un cambio de régimen» y un Gobierno «títere», a fin de «robarle el petróleo, el gas, el oro y todos los recursos naturales».
Muchos líderes mundiales y regionales han considerado también que no existe evidencia alguna que sirva de base a la acusación estadounidense contra el mandatario.