Financió, reclutó y escondió a tranqueros

Juan Sebastián Chamorro desea a toda costa convertirse en presidente de Nicaragua. Su ambición lo llevó a venderse al gobierno norteamericano y a embarcarse en la sangrienta aventura golpista de 2018.

* Juan Sebastián Chamorro García es un adicto a licores costosos. Además, desea con toda su alma ser presidente de Nicaragua al precio que sea, lo que lo empujó a venderse al gobierno norteamericano y a potencias europeas que buscan destruir nuestro país.

Le gusta el whisky caro. Para él, las mejores marcas, mismas que antes de ser detenido degustaba con su familia en su casa de San Juan del Sur, en su isleta en Granada o en sus frecuentes festejos en hoteles y casas vacaciones de su parentela. Ahí, Juan Sebastián Chamorro García se regodeaba dando casi por seguro que sería el sexto miembro de su estirpe en convertirse en Presidente de Nicaragua.

Y para lograrlo estaba dispuesto a todo. Hasta venderle el alma al diablo, que en este caso se le apareció en forma de imperialismo norteamericano, ofreciéndole millones de dólares para que primero desestabilizara al actual gobierno de Nicaragua y luego lo derrocara en un cruento golpe de Estado que les salió muy mal por la resistencia organizada del pueblo y sus fuerzas del orden.

“Chamorro” en otras naciones significa “pantorrilla de cerdo” o “cabeza esquilada”, lo que en nuestro país sería un gravísimo insulto para una familia que ha medrado durante más de 200 años a expensas del erario o en su bien representado papel de opositores en el juego bipartidista que terminó con la victoria del FSLN en 1979 sobre la dictadura somocista.

Uno de los “elegidos”

Los Chamorro se consideran a sí mismos como “notables”, “linajudos” y predestinados para gobernar a los nicaragüenses. Aparte de Juan Sebastián, se creen presidenciables sus primos Cristiana y Carlos Fernando, ambos Chamorro Barrios. Entre los tres, Juan Sebastián vendría a ser el “mengalo” por ser el que menos alcurnia y dinero tiene.

Este hombre, al que vimos en un video ofender a un trabajador de la calle que le reclamó por los muertos y daños que ocasionaron en 2018, viajaba al extranjero con su familia al menos una vez al año, y cuando participaba en reuniones políticas en otros países a fin de conspirar en contra de Nicaragua, adquiría una botella del mejor whisky para llevárselo a su cuarto de hotel.

Aunque todos los Chamorro parecen tener el prurito de la política, Juan Sebastián Chamorro García logró incursionar en ella gracias al empujón ¡y qué empujón! que le dio el expresidente Enrique Bolaños Geyer, quien desde que regresó de Estados Unidos con el diploma de Economista bajo el brazo, lo situó en elevados cargos dentro del organigrama estatal.

De altos cargos, a la conspiración

En la administración Bolaños Geyer, entre 2005 y 2006 ocupó los cargos de Secretario de Coordinación y Estrategia de la Presidencia de la República y Vice Ministro del Ministerio de Hacienda y Crédito Público, respectivamente, también de 2006 a 2011 fue responsable de la Cuenta Reto del Milenio en Nicaragua, auspiciado por la Agencia para el Desarrollo de los Estados Unidos (USAID-CIA).

Desde 2014 fungió como director ejecutivo de la Fundación Nicaragüense para el Desarrollo Económico y Social (FUNIDES), permitiéndole relacionarse con agentes internacionales de la USAID-CIA, NED, NDI e IRI, con los cuales llevó a cabo proyectos orientados a la incidencia política del sector empresarial en contra del Gobierno.

A partir de los sucesos de abril 2018 retomó la incidencia política contra el Gobierno, siendo una de las figuras más representativas en la Alianza Cívica y uno de los principales financiadores para el desarrollo de acciones de desestabilización social. En este periodo se hizo cargo de alquilar casas de seguridad para los grupos juveniles que se tomaron los recintos universitarios de la UNI, UPOLI y UNAN.

Al ser capturado por sus numerosos delitos contra Nicaragua, ocupaba el cargo de director ejecutivo de la Alianza Cívica y figuraba como uno de los potenciales candidatos de la oposición en las elecciones presidenciales de 2021, contando con el apoyo económico de funcionarios de la USAID-CIA y de varios representantes gubernamentales de Estados Unidos.

Miembro de red norteamericana

Al igual que otros cabecillas golpistas, Chamorro García desarrolló vínculos estrechos con consumados expertos en vandalizar estados considerados desafectos por el gobierno norteamericano, como Aimel Ríos Wong, Asistente Oficial de Programas para América Latina y el Caribe de la National Endowment for Democracy (NED), un cubano radicado en Estados Unidos.

Ríos Wong, a través de la NED, un organismo controlado por la CIA, a partir de 2018 financió a Chamorro García proyectos de liderazgo juvenil a través de FUNIDES, para la organización de la Alianza Universitaria Nicaragüense (AUN). Posteriormente extendieron proyectos sobre activismo digital y fortalecimiento de la Sociedad Civil, dirigidos a preparar condiciones para desestabilizar el país.

Otro contracto es Patricio Gajardo Rodríguez, Director Residente en Guatemala del Instituto Republicano Internacional (IRI) para el Programa de Países del Triángulo Norte, en cuyo currículo destacan funciones como consultor internacional de la Fundación Internacional de Sistemas Electorales (IFES) por más de cinco años.

Actualmente es el representante del IRI en el proyecto “Consorcio para Elecciones y Fortalecimiento de Procesos Políticos” (CEPPS) que lidera el NDI, el IRI y la Fundación Internacional para Sistemas Electorales, a través del cual impulsaban el proceso de unidad opositora aglutinada en la Coalición Nacional.

Turismo y complot

Felipe Noguera, Investigador y consultor internacional en campañas electorales y estrategias políticas, fue contratado por IRI y NDI para analizar y diseñar los posibles escenarios políticos que pudieran favorecer a la coalición nacional opositora de cara a los comicios electorales de 2021.

El ya conocido agente gringo de origen nicaragüense, Manuel Orozco, financió a Juan Sebastián los viajes a Washington de los dirigentes de la Alianza Cívica y la UNAB para reunirse con congresistas estadounidenses y representantes de la OEA, a fin de cabildear a favor de sanciones económicas y aislamiento internacional contra el Estado nicaragüense.

Así mismo ha organizado diversos encuentros de los activistas opositores con la diáspora nicaragüense radicada en Estados Unidos. Además, ha financiado viajes a la ONU y algunos foros para desacreditar al Gobierno de Nicaragua.

Alejandro Mirabal Reyes, de origen cubano, vive en Cascaes, Portugal y labora en Heritage Expeditions. Visitó varias veces Nicaragua, acudiendo a playas y lagos junto a Chamorro García, con quien se le vio ingiriendo cervezas en playas y botes de pescas lujosos.

Reclutó y protegió a tranqueros

En sus vínculos políticos sus más allegados son: Carlos Tünnermann Bernheim, José Adán Aguerri Chamorro, María Margarita Hurtado Chamorro y Jesús Téfel Amador.

Nicaleaks conoció que Juan Sebastián Chamorro García en 2018 reclutó a un grupo de jóvenes, supuestamente universitarios, para conformar la Alianza Cívica, garantizándoles manutención, movilización, seguridad y otros beneficios.

Igualmente, en la asamblea nacional del FDN acordó con Luis Fley pagar el alquiler del local para el evento, siempre y cuando le permitiera brindar su discurso político y evitar que Félix Maradiaga hiciera lo propio.

Un intercambio de correos de Juan Sebastián Chamorro con Miriam Kornblith, funcionaria de la NED, un organismo de la CIA: 

 

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