El mandatario venezolano rechazó la posibilidad de convocar a nuevas elecciones. “No nos importa para nada lo que diga Europa de Venezuela” dijo en una entrevista para el canal español La Sexta.
En una entrevista que concedió al canal español La Sexta, el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó este domingo cualquier posibilidad de abandonar el poder o de convocar a nuevas elecciones presidenciales, como le exigieron varios países de la Unión Europea bajo la amenaza de reconocer como mandatario interino al diputado Juan Guaidó.
«No me niego a convocarlas, hay elecciones en 2024. No nos importa para nada lo que diga Europa de Venezuela, Europa que se encargue de sus problemas, como el desempleo o la migración”, dijo Maduro, consultado por su renuencia a llamar a nuevas votaciones. «¿Por qué la Unión Europea tiene que decir a un país del mundo que ya hizo en su momento sus elecciones presidenciales que las vuelva a repetir?», preguntó.
La entrevista fue realizada en el Palacio de Miraflores por Jordi Évole, quien ya había tenido un encuentro similar con el mandatario en octubre de 2017. Maduro, que denunció en reiteradas ocasiones que su país es víctima de una campaña de agresión encabezada por Donald Trump y seguida «de manera perruna” por algunos gobiernos de derecha de América Latina, dijo que Venezuela está amenazada «por la mayor potencia del mundo. La opción militar está sobre la mesa de Trump”.
Asume toda la responsabilidad
En otro momento de la conversación, Maduro dijo «no daré mi brazo a torcer, no vuelvan a subestimar a Venezuela”, y reiteró sobre el ultimátum de países de la Unión Europea que «es como si yo le dijera a la UE que le doy unos días para reconocer la República de Cataluña”. Y ya que estaba hablando con un medio español, aprovechó de fustigar al presidente del Gobierno de ese país, Pedro Sánchez, a quien acusó de plegarse a Trump. «Qué vergüenza repetir la historia de Aznar”, dijo con ironía.
Sobre la posibilidad de que la solución a la crisis venezolana sea militar, Maduro dijo que las Fuerzas Armadas están preparadas «para defender el derecho a la paz”. Ante un escenario de guerra donde miles de inocentes podrían perder la vida, el mandatario dijo que eso solo sucederá «si el imperio norteamericano ataca el país”. También dijo que «para bien o para mal”, él asume personalmente «toda la responsabilidad” de lo que pueda suceder en el futuro.
Cuestionado sobre la inflación y la crisis de abastecimientos de productos básicos, insistió en que su país afronta «una guerra económica brutal», pero «no tiene una crisis humanitaria», sino política. Aun así, reconoció que las sanciones económicas de EE.UU. «nos hacen daño», aunque aseguró que «no van a poder con nosotros». También calificó de «payasada” la asunción de la presidencia interina por parte de Guaidó.