Es menester aclarar, para racionalizar el objetivo de este escrito, el “movimiento de determinada gente” hacia Ecuador y sus traslados por nuestra América y el mundo. No basta con declamar que su tarea se conoce, y/o generaliza, muchas veces sin mayores variantes, por el mundo entero, o, por lo menos, a esa parte del mundo que responde a los intereses estratégicos del Imperio (Fase superior del Capitalismo), sino que debemos identificarlos y aislarlos.
Estos personajes se acreditan como Funcionarios de las Embajadas de EEUU, van sumando a ellas gente de su país, extienden sus redes a la oligarquía disconforme, y al lumpen alienado. Sus objetivos son claramente injerencistas (en Patria ajena), aspiran a provocar daños de tal magnitud que obligue a arrodillar a un país soberano, con ayuda de sectores sin Patria (cipayos), para propiciar saqueo y dependencia infinita. Acumulación y defensa de sus propios intereses, nunca de los nuestros.
Rafael Correa es uno de esos Presidentes latinoamericanos que los círculos dirigentes de Estados Unidos consideran incontrolables, por ende, especialmente peligrosos. Con el objeto de deshacerse de tales políticos, Washington emplea un nutrido arsenal de recursos tales como interferencia en los procesos electorales y hasta la eliminación física. Después de la extraña muerte de Hugo Chávez, quien encabezó la resistencia en América Latina contra el Imperio, es Correa a quien se le percibe de manera creciente como su sucesor, el líder de las “fuerzas populares” del continente.
Esta metodología no sólo gira en torno a ECUADOR, como objetivo único, sino a aglutinar allí gente con experiencia en desestabilizaciones de Gobiernos, para actuar en toda la Región, en forma concatenada.
El 6 de agosto de 2012, llegó a Guayaquil el Cónsul General de los Estados Unidos, David Lindwall, quien cuenta con una extensa carrera en el Departamento de Estado. Lindwall es un experimentado funcionario de carrera de la CIA, bien versado en asuntos latinoamericanos, y que ha sido enviado a este país para resolver problemas sumamente delicados. Es un hombre ACTIVO de la CIA.
Lindwall es californiano y ostenta un título de la Universidad de Texas en Arlington.
El Consulado General de los Estados Unidos, en Guayaquil, presta servicios consulares a los residentes de las provincias de Galápagos, Manabí, Guayas, Santa Elena, Los Ríos, El Oro, Cañar, Azuay, Loja, y Zamora Chinchipe.
David Lindwall finaliza, el 25 de abril de 2014, sus “Funciones”, su labor consular en Guayaquil, durante casi dos años, partiendo hacia nuevo destino en Kabul, Afganistán, en carácter de Jefe Adjunto.
El Cónsul Ronald Packowitz quedará encargado de la dependencia extranjera hasta la designación de un nuevo titular quien es Patricia L. Fietz, la cual asumió funciones como Cónsul General en Guayaquil el 4 de agosto 2014.
Lindwall ha trabajado en Bagdad, Irak, donde se desempeñó como Consejero en Asuntos Político y Militares. Se incorporó al Departamento de Estado en 1985 y ha pasado la mayor parte de su carrera en las Embajadas de Bogotá, Madrid, Tegucigalpa (1989), Managua, Quito, Asunción, Guatemala y Puerto Príncipe. También se desempeñó en la Comisión de Asuntos Jurídico y Políticos, representando a los Estados Unidos ante la Organización de Estados Americanos, y como Director de la Oficina para Asuntos de América Central en la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental en Washington.
La mayor parte de población foránea de Ecuador está ubicada en Cuenca, Playas, Salinas y Bahía de Caráquez, pero saber cuántos de ellos viven realmente en territorio nacional es un dato que existe parcialmente en pedidos de jubilación a Estados Unidos y en la Cancillería ecuatoriana, la cual registra datos de estadounidenses residentes. Bajo esa apariencia se infiltran en una especial zona de oligarquías disconformes con procesos de mayor equidad social.
Otra de las actividades urgentes para Lindwall es incentivar el intercambio estudiantil universitario entre alumnos de los dos países, para lo cual realizará, entre otras tareas, la organización de una conferencia en el hotel Oro Verde, de Guayaquil, en la que participan treinta Centros de Educación Superior norteamericanos. El índice de criminalidad, la lucha contra las drogas y el fortalecimiento de las relaciones bilaterales también son puntos centrales en su agenda, y ya sabemos cómo trabaja, directamente, la CIA, sobre esos temas. Se implantan, azuzan y “ofrecen salidas” democrática… En Ferguson (EEUU), sin ir más lejos, directamente se les ajusticia en la calle. Tienen casi cien niños esperando la Pena de Muerte.
El Consulado General de Estados Unidos en Guayaquil inauguró sus nuevas instalaciones (según algunos informes allí alberga el equipo electrónico de la NSA) en la calle Santa Ana y Av. José Rodríguez Bonín, en el sector San Eduardo, al oeste.
El evento reunió al Embajador Adam Nanm (desde 26 de abril de 2012 acreditado en Ecuador – http://www.state.gov/r/pa/ei/biog/1… ) y al Cónsul General, David Lindwall, quienes expresaron que las instalaciones servirán para atender la demanda de visas y otros servicios que requieren los ciudadanos de la Costa y el Austro.
Adam Nanm: tiene una licenciatura en Relaciones Internacionales por la Universidad de Brown y una maestría en Estrategia de Seguridad Nacional de la Universidad Nacional de Guerra. Habla español y francés.
DEMASIADOS “TOPOS” disfrazados de derecha, centro e izquierda, de “progresistas” que pretenden hacer creíble TODO aquello que nos perjudica en las tácticas y estrategia. Se “vende” bondad ocultando todo tipo de mezquindades en beneficio de intereses que nos son muy ajenos.
Debemos definir un PROYECTO para el país, y gente de probada idoneidad para llevarlo a cabo. Olvidar los cantos de sirena, que nada saldrá sino de nuestro propio esfuerzo y cuidado permanentemente de sus resultados.
El gobierno de Obama decidió proteger los intereses de la Corporación Chevron, a cualquier costo, y ese es uno de los factores que moviliza al espionaje norteamericano hacia una solución radical del “problema Correa.” Ya hubo un intento de asesinato en 2010!
Por otra parte, el Presidente de Ecuador está dificultando el desarrollo de la Alianza del Pacífico ( http://alianzapacifico.net/ ), uno de los proyectos geopolíticos neoliberales de Washington, que incluye a México, Colombia, Perú y Chile.
La alianza fue creada con objeto de neutralizar al bloque del ALBA-TCP (doce países Miembros y tres Observadores). La condición de Miembro, de Ecuador, no compagina, de ningún modo, con los intereses de Estados Unidos en la región Asia Pacífico (denominación por demás ambigua).
El espionaje al Presidente de Ecuador por parte de Estados Unidos se ha incrementado notoriamente.
El personal de la CIA se duplicó durante el período 2012-2013 en Ecuador. Docenas de nuevos Agentes llegaron al país. Ellos operan no sólo a partir del territorio de la Embajada de Estados Unidos en Quito, sino con sus aliados, dentro y fuera de Ecuador.
Los Funcionarios/ CIA han trabajado, bajo fachada diplomática, con vasta experiencia en labor subversiva e injerencista, en el derrocamiento de Gobiernos progresistas de la Región.
Albert Daniel Hernández, Brian Stephen, Quigley (Jr), Rosalie Lowen, claramente identificados en período 2006/2009 en Bolivia, afincados fundamentalmente desde el Departamento de Santa Cruz de la Sierra, intentan derrocar a Evo Morales.
En el año 2013 son denunciados, en Bolivia y Ecuador, por la Revista GEHEIM (revista alemana GEHEIM (www.geheim-magazin.de), especializada en temas de inteligencia y subversión.
Albert Daniel Hernández pasa, en 2010, asignándole similares tareas, a cumplir Funciones en la Embajada de EEUU en Brasilia, Brasil, como Primer Secretario de la Oficina Política. Su objetivo fundamental: unir a militares retirados y oligarquía brasileña en contra del PT y, fundamentalmente, impedir la llegada al Gobierno de Dilma Rousseff. El triunfo no lo pudieron evitar, pero no han dejado de trabajar en contra de su Gobierno.
El malestar provoca que la Cancillería brasileña presente una Nota al Embajador de EEUU en ese país, Thomas Shannon, cuestionando la actuación de Albert Daniel y calificándola de total violación a sus Funciones. Ante ello, Shannon resuelve retirarlo de la Embajada, para reactivar las maltrechas relaciones bilaterales Brasil/ EEUU.
En 2011 reaparece, en la Embajada de EEUU en Venezuela, como parte de la Misión Diplomática. Allí, durante el Gobierno de Hugo Chávez, su tarea es interrumpida al ser expulsado de Venezuela luego de un episodio donde agrede y lesiona a un grupo de jóvenes que se manifestaban pacíficamente frente a la Embajada de EEUU.
Este Agente, Albert Daniel Hernández es el mismo, denunciado en el trabajo anterior, como Jefe de la Oficina de Seguridad Regional en Quito, Ecuador, y fue debido a su trabajo contra Rafael Correa, que fue ubicado, como Asistente Especial en el Departamento de Estado de EEUU.
Tyler Kendall Spark, otro reconocido Oficial CIA, ya denunciado, como Segundo Secretario de la Oficina Política, de la Embajada de EEUU, en Nicaragua, entre 2010 y 2013, centró allí sus esfuerzos en dividir al FSLN y evitar Daniel Ortega, fuera reelecto a la Presidencia. Se vinculó a varias destacadas figuras de la llamada Contra y sus bases sociales. Eduardo Montealegre Rivas, María Eugenia Sequeiros, Roger Arteaga Cano (ex Presidente de American Chamber (Cámara de Comercio de los Estados Unidos de América – AMCHAM), Iván Salazar Marín (miembro del grupo de empresarios que apoya al “Movimiento Vamos Con Eduardo” (MVCE), el jefe de campaña “Alianza UNE-PLI, Jadher Alvarado Avellán y Edmundo Jarquín, entre otros, fueron quienes colaboraron. Spark fue el principal canal entre la CIA y el Candidato opositor Fabio Gadea. También apuntó a los jóvenes, como es frecuente en todos los países donde actúan, invitándolos a su casa personal, incluso.
Su nivel de injerencia, también, se extiende a la posibilidad de no reconocer resultados eleccionarios, con una orquestada campaña nacional y a nivel internacional.
La injerencia de la CIA en la región es profunda y algo que, identificando y aislando, podemos combatir con límites firmes. Temor se le debe tener al poder del pueblo, de nuestros pueblos, no de ciertos más o menos hábiles Funcionarios del Imperio.
Obama se encuentra hoy “disfrutando” su “propia salsa”: intentan manejarlo los Republicanos, atento sus más reaccionarios intereses, incluyendo la gran industria armamentista que, sin ideología de tipo alguno, se distribuye a unos y otros para que se maten entre ellos. Nosotros, los pueblos, debemos aprender a usar las fisuras del Imperio sin principismos que culminan siendo sólo “un palo en la rueda”.
Las 36 bases militares de Estados Unidos, instaladas en América Latina y el Caribe, son una amenaza para la paz, las democracias, la soberanía e independencia de nuestras patrias. Si, además, cuenta con Embajadas, con la Agencia de Seguridad Nacional a través de la CIA, DEA, USAID y el Comando Sur, como puntas de lanza para experimentar, usar y abusar de una serie de estrategias y doctrinas para recuperar su dominio total en esta parte del continente americano, se podrá deducir que sus objetivos de dominación pretenden, en el futuro inmediato, la explotación de los recursos naturales y de las reservas de agua, oxígeno y biodiversidad que necesitará el imperio para lanzarse a la dominación global.