La víctima asegura que con el pasar de los años los recuerdos de aquellas experiencias sexuales la atormentaron. Sin embargo, en 2017 decidió que no dejaría que esos eventos traumáticos continuaran destruyendo su vida.
Samantha Welch fue abusada sexualmente en su niñez por un amigo de su familia. Esta mujer británica, que actualmente tiene 40 años, se cruzó por coincidencia con su abusador tres décadas después, lo enfrentó y le hizo pagar por las repercusiones psicológicas que sufrió. Ahora, luego de haber superado sus traumas, decidió revelar su identidad y contar su historia.
A los seis años, Welch se mudó a una zona rural en el condado de Kent, en donde conoció a Clive Manning, de 21 años, un amigo del novio de su madre. Ambos entablaron una estrecha amistad y a ella le gustaba estar con él. El joven cuidaba de ella, la recogía de la escuela y en las tardes la invitaba a su hogar, en donde la recibía con calidez, le ofrecía emparedados con chocolate y juntos veían televisión, confesó Welch en una entrevista para el diario Daily Mail.
Sin embargo, cuando la niña cumplió siete años, Manning comenzó a acercarse de manera más íntima y en una ocasión colocó la mano sobre los genitales de la chica. «Me estremecí, pero era tan pequeña que realmente no entendí y cuando, unos días después, [Manning] puso mi mano sobre su entrepierna, pensé que era normal«, relata esa mujer.
Samantha asegura que siempre hizo lo que Clive le pedía y nunca pensó en contárselo a su madre porque el joven hacía parecer todo como algo normal. Menos de un año después de esos episodios, Manning desapareció repentinamente.
A pesar de todo, Samantha logró tener una niñez feliz, hizo amigos y disfrutó de la escuela. No fue hasta la adolescencia, durante las clases de educación sexual, que empezó a ser consciente de los abusos. Sintió vergüenza y asco y comenzó a sentirse culpable por lo sucedido, pero solo cuando cumplió 15 años le contó a su madre lo ocurrido. Con el pasar de los años los recuerdos de aquellas experiencias sexuales la atormentaron y se convirtieron en problemas psicológicos que dificultaron sus relaciones amorosas.
Ajuste de cuentas
En 2017, Welch regresó con su madre a su hogar en Kent y un día se topó de sorpresa con Manning, quien la reconoció y conversó con ella. A pesar de que el encuentro resultó chocante para Samantha, de entonces 36 años, decidió que no dejaría que los eventos traumáticos continuaran destruyendo su vida. Para ello, aprovechó la cercanía a su agresor y organizó un plan para demostrar que era un pedófilo.
La mujer descubrió el hogar de su agresor y fue a visitarlo escondiendo una diminuta grabadora USB en su sostén con el ánimo de obtener algo que lo incriminara. Durante una charla de media hora, Samantha mantuvo su teléfono celular sobre una mesa para que Clive no sospechara que estaba siendo grabado y lo presionó emocionalmente preguntándole repetidamente por qué había cometido violencia sexual hacia ella. Al principio este individuo afirmó no recordar nada, pero finalmente confesó.
Welch proporcionó el audio ese mismo día a la Policía y se abrió una investigación por acoso sexual que llevó a la detención del acusado. Aunque Manning se declaró inocente, en enero de este año fue condenado por 12 cargos de agresión sexual y sentenciado a 15 años de prisión.
Con esa decisión, Samantha Welch sintió que se había quitado un peso de encima y que podía comenzar su vida desde cero. Hace pocos meses contrajo matrimonio y está empeñada en evitar que el pasado arruine la felicidad de su familia. Además, espera tomar cursos de psicología para ayudar como voluntaria a otras víctimas de delitos sexuales.