Luis Camacho también hizo un llamado a las Fuerzas Armadas para que decidan «estar al lado del pueblo».
Líderes de grupos cívicos bolivianos reunidos en la ciudad oriental de Santa Cruz decidieron este sábado dar 48 horas al presidente Evo Morales para que renuncie a su cargo, a la vez que enviaron una carta a las Fuerzas Armadas para que se unan a su lucha.
«(Morales) tiene 48 horas para renunciar, porque el lunes a las siete de la noche (23:00 GMT) aquí mismo vamos a tomar determinaciones y vamos a garantizar de que él se vaya», declaró desafiantemente el líder del Comité Cívico Pro Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, ante una multitud en la ciudad oriental de Santa Cruz, la más rica de Bolivia y bastión opositor.
«El lunes le prometo, le garantizo que esa llama que volvimos a encender el día de las elecciones cuando declaramos el paro indefinido, esa llama se prende hoy y nuevamente este lunes se vuelve a prender», exclamó el líder cruceño y añadió que «no estamos derrocando un Gobierno, sino estamos liberando toda una nación».
Cabecillas cívicos de ocho, de los nueve, departamentos bolivianos se reunieron, antes de ir a una masiva concentración, para decidir las nuevas medidas de presión ante la sospecha de un fraude electoral en las elecciones del pasado 20 de octubre.
Llamado a las Fuerzas Armadas
Tras una hilera de discursos de sus pares, Camacho -quien convocó a las primeras protestas tras los cuestionados comicios- leyó una carta dirigida a los jefes de las Fuerzas Armadas, a quienes exhortó a «estar al lado del pueblo» en esta crisis política.
«El que gobierna pasa, el pueblo perdura y Dios castiga», sentenció Camacho. Además, reiteró que el paro que llevan a cabo durante once días con bloqueo de calles continuará, pero que el lunes se pondrá «un punto final» a «esta tarea» cuando Morales deje el poder.
Ésta es la primera vez que alguien llama a la intervención del Ejército en esta crisis política, pero las declaraciones de Camacho podrían considerarse como sedición, delito castigado en el Código Penal boliviano. Morales, en el poder desde 2006, ha denunciado reiteradamente que la oposición intenta derrocarlo mediante un «golpe de estado», por lo que ha llamado a sus seguidores a «defender la democracia y los resultados» electorales.