
* El obispo de las ultraderechas de la vieja guardia del franquismo vinculado y defendido a rajatabla por la agrupación de Vox, sigue protagonizando ya ni siquiera polémicas declaraciones, sino que sumamente esquizofrénicas.
El Obispo de Granada, Francisco Javier Martínez, es un religioso con una carrera inundada de escándalos por machismo, abusos sexuales y despilfarro. Además por sus controvertidas homilías y ser el primer obispo en sentarse en un banquillo por coacción e injurias, vuelve a protagonizar otro episodio que atenta con la vida de la gente.
Celebró una misa en la Catedral de Granada con puertas abiertas que debió ser interrumpida por la policía, que procedió al desalojo de una veintena de personas y otros curas que acudieron al llamado del prelado, desobedeciendo el estado de alarma estipulado por el gobierno y las propias disposiciones de la Conferencia Episcopal en este sentido.
A pesar que ni el obispo ni los otros prelados fueron sancionados como dispone la ley, no tardaron en lanzar una respuesta: «hoy no queman las iglesias, las vacían», tal y como lo ha confesado la portavoz adjunta y secretaria general de Vox en el Congreso, Macarena Olona, desenchufada y sumamente contraída por el procedimiento policial.
Pero lo más oscuro de este oscurantismo fueron las pretensiones del Obispo Osorio refiriéndose a que las Unidades de Cuidados Intensivos debían estar reservadas a los fieles de Cristo… «los rojos que se queden con el demonio» (por el coronavirus).