Trincheras de ideas valen más que tranques de piedras

Fabián Escalante Font | La Pupila Insomne

La campaña mediática contra la Nicaragua Sandinista arrecia. Estados Unidos, los aliados regionales y la Unión Europea se rasgan las vestiduras porque el gobierno de Managua, de acuerdo a su legislación, ha detenido a un grupo de oligarcas nativos que desde el 2007 han conspirado abierta y públicamente para derrocar al gobierno del comandante Daniel Ortega.

La propaganda adversa es mucha, tanto por las redes sociales, los medios comunicacionales burgueses, los diplomáticos y los “análisis e informes imparciales” de embajadas y ONGs asentadas en la capital nicaragüense. Lamentablemente, personalidades políticas e intelectuales de izquierda han condenado las acciones judiciales iniciadas contra los sujetos antes referidos –que cuentan con todas las garantías procesales de ley- probablemente por desconocimiento de causa.

En el artículo anterior explico los antecedentes y causas de los sucesos actuales, donde me refiero el papel de las Agencias norteamericanas para desencadenar en el 2018 y ahora, un intento de golpe “blando” para derrocar a los Sandinistas.

Señalo a la CIA, USAID y la NED, conjuntamente con otras ONGs como los instigadores y organizadores de esta intentona golpista, que pretendía acusar y denunciar en su momento, a las elecciones del 7 de noviembre como espurias. Todo ello por no contar con apoyo popular, ni siquiera el de los 17 partidos políticos que se aprestan para la contienda electoral. El plan, ideado por la USAID consistía en movilizar a las “masas populares” para una rebelión nacional en protesta a los resultados electorales, que suponían ganara Daniel.

Sin embargo, a pesar del esfuerzo realizado, la Fundación Chamorro, líder nativo de este complot y sus aliados de la empresa privada y la Iglesia Católica, no contaban con el pueblo, porque si alguna duda hubiera existido acerca de las pretensiones de los golpistas, lo sucedido entre mayo y julio del 2018 esclareció el carácter criminal, revanchista y feroz de estos adalides de la democracia, que contrataron criminales y delincuentes comunes para utilizarlos en sus acciones terroristas, con un saldo en vidas humanas casi alcanzo los dos centenares, muchos torturados e incluso quemados vivos.

Los grandes manipuladores de aquellos hechos, encabezados por la embajada de Estados Unidos, quedaron al descubierto mientras dirigían y orientaban un nuevo complot en meses recientes y existen numerosas evidencias que lo documentan (videos y declaraciones públicas y judiciales.), al igual que demuestran que varios de las personas detenidas, mediante los medios de comunicaciones bajo su control, han estado azuzando públicamente, dentro y fuera del país, el derrocamiento violento del gobierno e incluso han llegado a solicitar la intervención armada norteamericana para invadir su Patria y apresar al comandante Daniel, al igual que realizaron en 1989 con Antonio Noriega en Panamá.

El propósito imperial y de sus aliados es derrocar al gobierno nicaragüense y destruir el ideario de Augusto C. Sandino para que más nunca germine en el pueblo. Este ha sido su objetivo desde 1934 cuando lo asesinaron y en los años de lucha contra la dictadura de Anastasio Somoza, lo mantuvieron tras el triunfo revolucionario, al declarar en los ochenta del pasado siglo, una guerra de exterminio contra la Revolución Sandinista, al costo de más de 50 mil vidas y más tarde, con 16 años de gobiernos neoliberales, quienes además de robarse el erario público, desataron campañas de guerra sicológica con iguales propósitos.

Muy a su pesar, el ideario sandinista está en la sangre y sudor de los nicaragüenses, que eligió Presidente en el 2007 al comandante Daniel y lo ha relegido en dos ocasiones más, no por presiones políticas o por compra de votos, extorsiones y amenazas, sino por el reconocimiento a la ejecutoria de gobierno, los resultados tangibles y el mejoramiento de la vida de los sectores humildes de la población, que quedó truncado por el terrorismo sembrado por el intento de golpe de estado del 2018.

En un reciente artículo de los periodistas Jorge Capelán y Stephen Sefton se proporcionan elementos de juicio que demuestran las aseveraciones antes realizadas y que consideramos de interés reseñar. Para ello hemos tomado solo unos párrafos, del trabajo referido, que consideramos propicios para esclarecer al lector sobre el complot que está en marcha para derrocar al gobierno nicaragüense, y el papel del Imperio y sus aliados, nacionales y extranjeros en este proceso desestabilizador:

“Lo que hay en Nicaragua no es un gobierno acorralado metiendo presos a opositores por miedo a perder unas elecciones. Lo que hay en Nicaragua es un Estado de Derecho que investiga en estricta conformidad con la Constitución, las leyes vigentes y el Código Penal, a una red de ciudadanos que llevan años de conspirar contra la democracia, quienes organizaron en 2018 un golpe de Estado con financiamiento externo, perdieron, y desde entonces a esta parte han seguido abiertamente conspirando contra la democracia sin el menor apoyo popular. Ningún estado democrático puede tolerar una situación de ese tipo sin socavar las bases de ese mismo Estado, porque violenta y daña un genuino consenso democrático apoyado por la inmensa mayoría de la población.

“¿Quiénes son esos personajes investigados por los que la dictadura mediática occidental derrama tantas lágrimas de cocodrilo? Veamos: Los gerentes de los dos bancos más grandes del país; algunos miembros de la familia Chamorro, que es como decir la familia de la oligarquía en Nicaragua, con varios presidentes, generales y ministros vende patrias en su haber, y con el virtual monopolio de la prensa pro yanqui de Nicaragua; un ex ministro de educación que lo primero que hizo cuando asumió su puesto durante el neoliberalismo fue quemar todas las cartillas de la Cruzada de la Alfabetización de los años 80; la esposa del corrupto expresidente Arnoldo Alemán; unos cuantos operadores a sueldo de la USAID y otros tantos ex sandinistas traidores, también a sueldo de la USAID o de las distintas embajadas de los países de la OTAN.

“Esta gente está siendo investigada porque estuvieron públicamente pidiendo medidas coercitivas contra la economía de Nicaragua, por haber conspirado por cometer actos terroristas, y por establecer una estructura fraudulenta de ONG sin fines de lucro para el multimillonario lavado de dinero con los fondos enviados desde el exterior, los cuales constituyeron una intervención política en el país para provocar una catastrófica desestabilización…

“Algunos de estos sujetos estuvieron en la cárcel tras el derrotado intento de golpe de 2018 y posteriormente fueron indultados por medio de una Ley de Amnistía que establece el “principio de no repetición” según el cual en caso de reincidencia se volverían a ser juzgados por los mismos delitos. En estos tres años esta gente ha tenido amnistía e intentos de diálogo que no han llevado a ninguna parte. Durante todo este tiempo han seguido como robots, repitiendo la cantinela golpista de la “insurrección contra el régimen” y pidiendo sanciones indiscriminadas que afectan no solamente al gobierno sino a toda la población…

“en las elecciones del 7 de noviembre en Nicaragua participan 17 partidos, once nacionales y seis regionales. Los detenidos, fueron llamados “precandidatos” como una tergiversación más de los medios de la familia Chamorro, principales receptores del injerencista dinero para la desestabilización de la NED y la USAID en Nicaragua y prácticamente la fuente exclusiva de las noticias falsas de la sopa de letras de los medios de comunicación internacionales AP, AFP, CNN, DW, EFE, BBC, DPA, REUTERS, etcétera…

“El golpismo en Nicaragua es un callejón sin salida. En abril de 2018, tras muchos años de preparación en secreto, quisieron lanzar una “revolución de colores” contra el Gobierno sandinista. Utilizaron una serie de ejes que habían logrado implantar en sectores de la sociedad (la manipulación de un incendio en la Reserva de la Biósfera de Indio Maíz, críticas a la Policía, a la Juventud Sandinista, etcétera) y luego utilizaron el tema de la reforma del Seguro Social para dar la impresión de una “revuelta popular” que rápida y deliberadamente se volvió muy violenta.

La sopa de letras de las agencias imperiales no dice (lo ocultaron premeditadamente) que el Comandante Daniel llamó a un diálogo apenas un par de días después de las protestas. Y aunque es cierto que inicialmente los golpistas lograron confundir a muchas personas, ellos mismos se encargaron de enseñarle al pueblo cuál era su verdadero “programa”: saquear y destruir el país.

“Los golpistas se encargaron del resto con sus tranques: Robaron, violaron, secuestraron, torturaron y además hicieron cerrar a al menos una de cada cuatro empresas en el país. Dañaron la economía dejando en la calle a miles de personas, especialmente de los sectores populares y mujeres jefes de hogar.

Así que, muy pronto perdieron el efímero apoyo social que habían ganado inicialmente por medio de su blitzkrieg de mentiras y miedo, pero como seguían recibiendo dinero de la USAID y de muchas embajadas occidentales, hubo que esperar cierto tiempo para lanzar una operación limpieza de los tranques para no tener más víctimas civiles.

“El mal llamado “golpe suave” financiado por el imperio y derrotado gracias a la sabia conducción del Comandante Daniel Ortega, resultó ser un seminario de educación política masiva para el pueblo nicaragüense. El pueblo logró entender cuáles eran los intereses nacionales y cuáles no. Para la gran mayoría de la gente aquí en Nicaragua lo que pasó en 2018 fue que se vio mermada la prosperidad que venía experimentando hasta ese momento gracias a las políticas sandinistas.

Y una parte hegemónicamente mayoritaria entendió que el garante de su futuro aquí en Nicaragua es el Frente Sandinista de Liberación Nacional. Ya nadie en este país se traga las fantasías golpistas que aún hoy sigue difundiendo la propaganda imperial en el extranjero.

“En estos tres años, hicieron todo por destruir la economía de Nicaragua: Pidieron y siguen pidiendo medidas coercitivas contra el país. Hicieron varios intentos de convocar a paros empresariales a los cuales solo obedeció la gran empresa privada y sus trabajadores bajo la coacción. Dañaron la imagen del país en el exterior para desalentar a las inversiones y el turismo, a la vez que siguen empecinados en reeditar el golpe de 2018”.

Como dice el refrán popular, para muestra un botón. He aquí la verdad que se pretende ocultar y escamotear, por los sacrosantos medios informativos internacionales y las redes sociales.

¡Viva Nicaragua Sandinista, Solidaria, Cristiana y Socialista!

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