* Una golpista que creció a la sombra de la dictadura somocista, y cuyo leitmotiv parece ser garantizar la destrucción del sandinismo y el retorno al poder del régimen que convirtió a su familia en potentada en su natal León. Y, sí, es una de las presuntas “presas políticas” reclamadas por Estados Unidos y Europa, los que financiaban todos sus delitos.
Ya se ha dicho: Violeta Mercedes Granera Padilla es una somocista de pura cepa. Y a ella le agrada serlo. Fue detenida en 2021 por sus delitos en contra del país, entre ellos, ser una agente del gobierno de Estados Unidos, lo que usaba para hacer graves daños al país que la vio nacer.
Los cargos que le presentaron las autoridades fueron: realizar actos que menoscaban la independencia, la soberanía, y la autodeterminación e incitar a la injerencia extranjera.
La misión de esta señora en la vida, parece ser garantizar el retorno del somocismo a Nicaragua, del que ella y su familia entera fueron grandes beneficiarios, lo que les permitió convertirse en potentados en su natal León.
Más somocista, imposible
Al ser detenida era miembro de la Comisión de Relaciones Internacionales de la UNAB y su función principal era realizar “gestiones internacionales”, un eufemismo, porque sus “gestiones” no eran otras que pasársela solicitando sanciones económicas contra el Estado de Nicaragua e intervención extranjera en los asuntos internos del país.
Violeta Granera tiene actualmente 71 años y desde que tuvo conciencias es somocista. su madre Violeta Plácida Padilla era ama de casa y su padre Ramiro Granera Padilla, una figura prominente del sangriento régimen dinástico, con cargo de senador liberal y catedrático de Derecho en la Universidad de León.
Su familia era una de las más reconocidas en el departamento de León, tenían excelente posición social y poder económico. En su patrimonio resaltan como propietarios de varias haciendas algodoneras y copropietarios de los laboratorios “Aero químicos de Occidente”, donde producían fertilizantes y pesticidas.
Su hermano, Ramiro Humberto Granera Padilla, se desempeñó durante el gobierno somocista como jefe de departamento del Ministerio del Trabajo, mientras que Violeta Granera Padilla estaba vinculada laboralmente al Tribunal Electoral.
Apoyó a la derrotada GN
En 1978, según testimonios de Violeta y su hermano Ramiro, su padre fue ajusticiado por sus estrechos vínculos con la Guardia somocista. Tras este suceso, su familia se fue a vivir a Guatemala. Ya estaba casada con Alfonso José Sandino Camacho y tras la derrota del somocismo en 1979, juntos emprendieron un programa político antisandinista organizando a exguardias migrantes en la Contra.
Con Alfonso Sandino Camacho procreó cuatro hijos varones y una mujer, y esta última falleció en 2013 a causa de cáncer terminal. En su círculo de amistades se comentó que, durante la enfermedad, la muchacha recibió ayuda del Gobierno sandinista.
Aunque desde hace muchos años está dedicada a la política a tiempo completo, esta golpista se graduó de licenciada en Sociología en la universidad Niza Sophia Antipolis, localizada en Niza, Francia. Sus estudios de primaria y secundaria los realizo en el Colegio La Asunción de León.
Los nicaragüenses de mayor edad quizás recuerden que entre 1980 y 1990, con financiamiento del gobierno estadounidense canalizado a través de la Asociación Nicaragüense Pro Derechos Humanos (ANPDH), ejecutó un programa antisandinista con exiliados de la Contra establecidos en Guatemala, Honduras y Costa Rica. La asignación anual que recibía del imperio del norte era de 3 millones de dólares, provenientes de la Fundación Nacional para la Democracia (NED), uno de los brazos civiles de la CIA.
Incansable en su odio al sandinismo
Al regresar al país en 1990, tras el triunfo de Violeta Barrios de Chamorro, era vicepresidenta de la Asociación Nicaragüense Pro derechos Humanos (ANPDH) lo que aprovechó para seguir con su virulento programa político antisandinista, fortaleciendo así la organización interna de la Contra.
En el periodo de 1995 a 2002, fue Directora Ejecutiva de FUNDEMOS, desde donde logró incursionar en espacios organizativos de la autodenominada “sociedad civil”.
En 1998 formó parte de la plataforma de movimientos sociales y oenegés que se afiliaron como Coordinadora Civil, desde donde inició sus vínculos con disidentes sandinistas que hoy forman parte de la directiva del MRS.
Formó a futuros golpistas
En 2003 trabajó para el Banco Mundial, ejecutando proyectos de apoyo presupuestario para fortalecer la administración de las finanzas públicas del Estado en el Gobierno de Bolaños. Tres años más tarde, en 2006, es nombrada por Enrique Bolaños Geyer como directora del Consejo Nacional de Planificación Económica y Social (CONPES), teniendo entre sus propósitos la coordinación de proyectos gubernamentales con organismos de la sociedad civil.
Entre 2007 y 2016, como directora ejecutiva del Movimiento por Nicaragua (MpN), se concentró en el trabajo de capacitación y organización de algunos sectores de la sociedad civil en las líneas de desestabilizar al gobierno del presidente Daniel Ortega Saavedra, a través de proyectos ejecutados con financiamiento de donantes estadounidenses como USAID-CIA, NED-CIA, IRI, Open Society (Fundación Soros), y algunos organismos europeos que tenían como objetivo común la preparación de masas juveniles para impulsar la implementación de un Golpe de Estado por medio de los movimientos sociales y la sociedad civil.
En el año 2014 trabajó como Consultora para el proyecto de “Fortalecimiento de la Sociedad Civil en Nicaragua”, para el Centro de Investigaciones de la Comunicación (CINCO), de Carlos Fernando Chamorro Barrios, otro connotado golpista.
En el 2016 renunció a la dirección del Movimiento por Nicaragua para aventurarse en la política partidaria y fue electa por la Coalición Nacional por la Democracia, que encabezaba el Partido Liberal Independiente y el FAD, para postularse a la vicepresidencia en las elecciones presidenciales de 2016, sin embargo, la Alianza Electoral no cumplió con los requisitos de Ley y no participó de los comicios electorales.
En octubre de 2018 se suma a la plataforma Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), siendo electa en febrero de 2019 como miembro del Consejo Político de dicha organización.