* Violeta Granera ha tenido dos facetas en su existencia: media vida usufructuó a la dictadura dinástica y en la otra desarrolló una infinita rabia en contra del sandinismo que los desalojó del poder en 1979. Ese odio la impulsó a convertirse en agente de Estados Unidos y a infligirle graves daños a Nicaragua y a su población.
Ser opositor es un negocio redondo. No se crea que lo hacen por razones puramente ideológicas o políticas. Si no que lo diga Violeta Granera, cuyas entradas económicas son enormes, solo por el hecho de ser antisandinista visceral.
Sus ingresos mensuales provienen de la Fundación Nacional para la Democracia (NED)- brazo de la CIA-, y otros donantes internacionales. Ingresa a sus arcas aproximadamente US$2,000.00 por cada proyecto. Además, realiza trabajos de consultorías a ONG como el grupo CINCO, del también golpista Carlos Fernando Chamorro, recibiendo montos de unos US$2,000.00 por trabajo.
Tambén registra ingresos de la Fundación Tenoli (Movimiento Puente) por C$8,037.30; del Centro de Información y Servicio de Asesoría en Salud (CISAS) C$4,812.50; de la Fundación Iberoamericana de las Culturas (FIBRAS) C$170,240.48 y del Instituto de Promoción Humana (INPRHU), ingresos de C$139,954.80 en 2016 y C$45,543.80 en 2017. Por dichas entradas es considerada de clase media alta.
Ambiciosa, extrovertida… y exasperante
La Violeta Mercedes es caracterizada por sus amistades como una mujer ambiciosa, que exaspera a todos porque acostumbra extenderse en sus participaciones. Es extrovertida y le gusta figurar como centro de atención en las reuniones, asambleas o eventos sociales; se auto considera “experta en temas sociopolíticos”, aunque bien se ganaría un «cum laude” como especialista en promover sanciones en contra de Nicaragua y su pueblo.
¿La han visto discutir? Cuando es cuestionada, sobre todo por escándalos de corrupción o malversación de fondos, pierde la seguridad que le gusta irradiar, y reacciona impulsivamente a dichos señalamientos.
Esta señora, que ha dedicado parte de su vida a adorar al somocismo y la otra a odiar profundamente al sandinismo que los desbancó del poder, es adicta al tabaco, se echa sus vinitos en eventos sociales y sus pasatiempos son realizar manualidades y pintar en sus tiempos libres.
Sus primeras andanzas
En su palmarés antisandinista resalta que desde los años 80 y 90 del siglo pasado estuvo involucrada en la organización de miembros de la Resistencia Nicaragüense (la Contrarrevolución), recibiendo financiamiento de Estados Unidos.
En 2006, en el gobierno de Enrique Bolaños Geyer ocupó el cargo público de directora del Consejo Nacional de Planificación Económica y Social (CONPES).
En el 2016 renunció a la dirección del Movimiento por Nicaragua para aventurarse directamente en la política; fue electa por la Coalición Nacional por la Democracia que encabezaban el Partido Liberal Independiente y el FAD, para postularse a la vicepresidencia en las elecciones presidenciales de 2016, sin embargo, sus aspiraciones fueron truncadas al disolverse esta coalición antes de las elecciones.
La pedidera de sanciones
En octubre de 2018 se suma a la plataforma social Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB), siendo electa en enero de 2019 como miembro del Consejo Político de dicha organización.
El 4 de enero de 2020, fue elegida nuevamente miembro del Consejo Político de la UNAB, designada en el área de relaciones internacionales, participando desde entonces en reuniones con representantes del departamento de Estado de Estados Unidos, embajadores de la OEA y otras instancias internacionales, con el objetivo de solicitar medidas internacionales (sanciones), contra Nicaragua.
Su red de agentes extranjeros
Violeta Granera, como era de esperarse, tenía también su red de agentes extranjeros que la atendían y le financiaban su lucha virulenta en contra del sandinismo.
Uno de ellos era el ya conocido Aimel Ríos Wong, Asistente Oficial de Programas para América Latina y el Caribe de la National Endowment for Democracy (NED-CIA), de origen cubano y radicado en Estados Unidos. Este sujeto tiene vínculos con gran parte de la dirigencia de la oposición de Nicaragua.
Con Violeta Granera desarrolló proyectos de liderazgo juvenil en el Movimiento por Nicaragua, y posteriormente extendieron proyectos a título personal para continuar capacitaciones sobre activismo digital y fortalecimiento de la Sociedad Civil, que tenían como fin preparar condiciones para la desestabilización del país.
Ayudó a preparar el “golpe suave” de 2018
Otra es Rene Miriam Kornblith Sannenschein, de origen venezolano, directora Senior, America Latina y el Caribe de la NED-CIA. Esta mujer sostiene vínculos con dirigentes opositores, a quienes visitó en Nicaragua periódicamente para firmar convenios de financiamiento de proyectos, orientados a promover la desestabilización social.
Con Violeta Granera Padilla sostuvo reunión el 24 de octubre de 2017, con el fin de evaluar la situación del contexto político del país. El objetivo fue preparar condiciones para el desarrollo de acciones que propiciaran “golpes suaves”, de acuerdo al manual del agente de la CIA, Gene Sharp.
También encontramos a Julián Charles Quibell, de origen estadounidense, quien operó en el país desde el año 2013 hasta febrero de 2018, ejecutando entre otros proyectos el programa “Diplomado en Liderazgo y Gerencia Política”, a través del cual formaron al menos a 5,000 liderazgos emergentes de tendencia opositora.
Con Violeta Granera impulsó, desde el Movimiento por Nicaragua, una réplica de los cursos juveniles con el fin de aumentar más la crítica al gobierno, lo que fue determinante en el impulso al sangriento golpe de Estado fallido de abril de 2018.
Un contacto local de Violeta Granera era Daysi Tamara Dávila Rivas, psicóloga, feminista, miembro del Comité Ejecutivo de Unión Democrática Renovadora UNAMOS (MRS) y parte del Consejo Político de la UNAB, quien residió temporalmente en su vivienda.
Apresada por sus acciones contra el país
En vista de todas sus actividades en contra del país, el 8 de junio de 2021 fue restringida a casa por cárcel por realizar actos que “menoscaban la independencia, la soberanía y la auto determinación, incitar a la injerencia extranjera en los asuntos internos, pedir intervenciones militares, organizarse con financiamiento de agencias extranjeras para ejecutar actos de terrorismo y desestabilización.
Además, por proponer y gestionar bloqueos económicos, comerciales y de operaciones financieras en contra del país y sus instituciones, demandar, exaltar y aplaudir la imposición de sanciones contra el Estado de Nicaragua y sus ciudadanos, y lesionar los intereses de la nación, de conformidad con Articulo 1 de la Ley 1055 “Ley de Defensa de los Derechos del pueblo a la Independencia, la Soberanía y Autodeterminación para la Paz”.
Un detalle curioso es que en su casa de habitación convivía únicamente con Faustino Valverde, alias “Taylor”, quien es su empleado de confianza desde hace más de treinta años. Sus hijos la visitaban esporádicamente.