«Una relación migratoria normal, que facilite todo tipo de viajes entre ambos países, contribuirá a reducir drásticamente los flujos migratorios irregulares», dijo el mandatario cubano.
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, instó a EE.UU. a dar «cumplimiento integral» a los acuerdos migratorios firmados con la isla.
El mandatario cubano considera esa acción «como única vía para alcanzar flujos migratorios regulares, ordenados y seguros entre ambos países», según escribió en su cuenta de Twitter.
«Una relación migratoria normal, que facilite todo tipo de viajes entre ambos países, contribuirá a reducir drásticamente los flujos migratorios irregulares y sus nefastas consecuencias», manifestó.
La migración irregular
En la publicación, Díaz-Canel recordó que el bloqueo económico, financiero y comercial que pesa contra la isla por parte de Washington desde hace más de seis décadas «constituye el principal obstáculo al desarrollo de Cuba y, por tanto, deteriora el nivel de vida del pueblo cubano».
Ese embargo, además, dijo el mandatario, se ha convertido «en causa fundamental de la migración«.
El presidente señaló que La Habana ha alertado reiteradamente al Gobierno de EE.UU «sobre los riesgos del estímulo a la emigración irregular», con la vigencia de la Ley de Ajuste Cubano, que data de 1966, y «el trato privilegiado y políticamente motivado que reciben los cubanos que llegan a territorio de EE.UU. o su frontera».
El canciller de Cuba, Bruno Rodríguez, se pronunció de manera similar la semana pasada, al señalar que «mientras continúen el bloqueo, las medidas de máxima presión y el trato privilegiado en la frontera, será difícil disminuir considerablemente el flujo migratorio irregular».
Medidas de Biden
La semana pasada se conocieron dos medidas de la administración de Joe Biden respecto a los migrantes cubanos.
El miércoles 4 de enero, la Embajada de EE.UU. en La Habana retomó la emisión total de visas para los cubanos que deseen radicarse en el país norteamericano.
Al respecto, el canciller cubano dijo que ese es un paso «necesario y correcto», aunque señaló que el proceso «no incluye visas de no inmigrante, lo que obstaculiza visitas familiares e intercambios culturales, deportivos y científicos, para los que Cuba sigue abierta».
Un día después, el jueves 5 de enero, Biden anunció que ampliará un programa para aceptar a hasta 30.000 migrantes por mes provenientes de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
Esta medida se aplicaría durante un lapso de dos años, pero con una serie de requisitos que restringen la entrada: que los migrantes tengan patrocinadores financieros en EE.UU. o que no intenten cruzar la frontera de forma irregular, entre otros.