Angélica Ferrer
A pesar de las desestimaciones de Estados Unidos y sus aliados contra Rusia y China, la relación entre esos dos países es cada vez más estrecha, considera en entrevista con Sputnik el experto en temas internacionales por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), David García Contreras.
«[Las desestimaciones] de Occidente han contribuido y provocado que haya un mayor acercamiento entre Rusia y China. Ha sido [a través de] esa presión que ha ejercido lo que ha forjado una alianza», asegura.
El internacionalista Daniel Muñoz Torres añade que, aunque Washington y la Unión Europea (UE) continúen con declaraciones polémicas en contra de estos dos integrantes del bloque BRICS, no lograrán derrumbar sus avances geopolíticos y económicos a nivel mundial.
«[Ni Rusia ni China] se van cuadrar nunca a los intereses de Washington», apunta.
El canciller ruso, Serguéi Lavrov, dijo recientemente en una entrevista con la cadena televisiva ATV que las naciones del bloque occidental, encabezadas por Estados Unidos, buscan forjar coaliciones para amedrentar a Moscú y a Pekín, lo cual calificó como el «objetivo inmediato» de ese grupo.
«Occidente ahora está (…) tratando de movilizar la coalición antirrusa y antichina», apuntó. Asimismo, expuso que buscan impulsar la narrativa contra la nación gobernada por Xi Jinping, con el fin de colocarla como «el principal enemigo».
La ruptura que no ha logrado Occidente
Lavrov hizo esas precisiones después de que el vocero del Departamento de Estado estadounidense, Matthew Miller, declarara en abril que Washington está dispuesto, y es capaz, de tomar medidas unilaterales, para impedir que empresas privadas chinas suministren a Rusia bienes que se pudieran usar en su industria de defensa.
«Esto, por supuesto, tiene repercusiones a largo plazo en la seguridad de Europa y de todo el mundo, por lo que el secretario [Antony Blinken] ha planteado en varias de sus reuniones con aliados y socios de todo el mundo la necesidad de supervisar esos resultados y, en última instancia, tomar medidas para prevenirlos», dijo Miller el 8 de abril.
Las reacciones no se hicieron esperar. La Embajada de China en Estados Unidos indicó a Sputnik que su país no ha proporcionado armas ni a Rusia ni a Ucrania, e instó a Washington a abstenerse de menospreciar la relación entre Pekín y Moscú. Asimismo, reivindicó sus relaciones comerciales con el país encabezado por Vladímir Putin.
Desde febrero de 2022, China ha tenido una postura a favor de una solución pacífica del conflicto entre Kiev y Moscú, a través de una conferencia internacional que contemple a ambas partes de la crisis.
García Contreras considera que Estados Unidos aún no comprende que el mundo vive una redefinición de polos de poder, en la que diversas naciones están tomando la batuta del nuevo orden internacional.
«Dos de los grandes actores en esta materia han sido Rusia y China. Ya veíamos en junio de 2022, en la cumbre de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en Madrid, que se incorporó a Pekín como una amenaza significativa y directa para la seguridad de los aliados, esto por el tamaño que tiene territorialmente, su gran población y su capacidad de estabilidad política. A esto le sumaron su supremacía económica y ascenso militar, que hace que pueda convertirse en una nación que redefina la multipolaridad», recuerda el experto.
En este sentido, Muñoz Torres afirma que la postura de Washington ha sido la misma desde la Segunda Guerra Mundial, una postura en la que labra discursos contra posibles alianzas que hagan que caiga su hegemonía.
«Al final, vemos que esa ruptura no se ha logrado tejer como Occidente quiere y, hoy por hoy, China y Rusia son importantísimos en la escena mundial. Los dos son miembros del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y tienen capacidad militar muy fuerte. Eso hace que sean la contraparte que tiene el mundo occidental a su hegemonía», expone.
De esto son conscientes algunos integrantes del bloque occidental. Por ejemplo, el 3 de mayo, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, indicó que EEUU está perdiendo su posición hegemónica y que su principal oponente es China.
«El sistema internacional en el que vivíamos después de la Guerra Fría dejó de existir. EEUU perdió su estatus hegemónico y el orden mundial posterior a 1945 está perdiendo terreno. Asimismo, vemos el ascenso de China y su transformación en una superpotencia», explicó el diplomático durante una lectura en la Universidad de Oxford.
Reacciones a futuro
Para los internacionalistas, los dichos de Miller son una muestra del temor de Occidente hacia la reconfiguración mundial, donde la prevalencia estadounidense se desdibuja cada vez más. Ello es evidente no solo en el ámbito diplomático, sino en el comercial, como se ha observado a través de los BRICS.
Prueba de lo anterior, agrega García Contreras, es la fuerza de la nueva Ruta de la Seda, así como su versión digital, donde impulsa el comercio electrónico y la tecnología 5G.
Asimismo, «va construyendo junto con Rusia un modelo de futuro diferente al que tradicionalmente mostró Occidente. En el futuro, cuando analicemos esta segunda década del siglo XXI, veremos que es una de las épocas de redefinición, de impulso del nuevo orden multipolar, en donde, por supuesto, estos dos actores tienen un contrapeso fundamental», detalla.
Para finalizar, Muñoz Torres hace énfasis en que, a corto y largo plazo, las descalificaciones continuarán de parte de las diversas agencias estadounidenses y aliadas a ellas.
«Vamos a encontrar una serie de amenazas, de alianzas occidentales para tratar de frenar el vínculo ruso-chino, pero recordemos también que en Estados Unidos hay un proceso electoral, por lo que el acercamiento de China hacia Rusia es también un tema que puede darle apoyo tanto a Donald Trump como a Joe Biden», concluye.