El grupo terrorista Estado Islámico ha reivindicado la autoría en la masacre cometida el pasado sábado en un club gay de Orlando, que dejó decenas de muertos.
«El ataque dirigido contra el club nocturno para homosexuales en Orlando (Florida), que ha dejado más de 100 muertos y heridos, ha sido perpetrado por un combatiente del Estado Islámico (EI)», dice el comunicado del grupo terrorista publicado en su agencia de noticias oficial Amag, publica ‘Time’.
Según la revista estadounidense, el informe fue emitido a través del servicio de la mensajería instantánea Telegram por una «fuente anónima». La información fue parcialmente confirmada por las fuerzas del orden citadas por la NBC y ‘New York Times’.
Estos datos sugieren que el presunto atacante, Omar Mateen, este sábado llamó al servicio de emergencia 911, antes de iniciar el tiroteo, y confirmó su lealtad al Estado Islámico y a su líder Abu Bakr al Bagdadi. Durante una rueda de prensa ofrecida por el FBI este domingo, un agente confirmó que el agresor llamó al 911, aunque no especificó el contenido de la conversación.
Además, ‘Time’ ha mencionado que el reconocimiento de la lealtad al Estado Islámico pudo ser pronunciado solo después del atentado. En otras palabras, que el autor del tiroteo no tenía nexos directos con el grupo terrorista aunque, «en la mente», pudiera ser leal a los yihadistas. «El verdadero papel del grupo terrorista todavía no está claro», concluyó la revista.
‘Lobos solitarios’ del Estado Islámico
El 22 del pasado mayo, el vocero del EI, Abu Muhammad al Adnani, difundió en los medios yihadistas una grabación de audio en la que llamó a los ‘lobos solitarios’ (simpatizantes del autodenominado califato islámico que no pueden viajar a Siria e Irak) a perpetrar atentados «contra los infieles» durante el mes de Ramadán, mes sagrado para todos los musulmanes.
Trastorno bipolar
La exesposa de Omar Mateen, citada por la CNN, por su parte ha dicho que su expareja sufría «trastorno bipolar». Además, dijo que el sujeto tenía la intención de convertirse en policía pero no logró su objetivo y comenzó a trabajar como guardia en un centro penitenciario.
El terrorista de 29 años, Omar Mateen, entró armado con un rifle y una pistola al establecimiento y comenzó a disparar al azar contra los clientes. La masacre se ha saldado con al menos 50 muertos y 53 heridos. Mateen era ciudadano estadounidense, residente en la localidad de Port St. Lucie (Florida), aunque sus padres emigraron desde Afganistán.