A 50 años del golpe de Estado en Chile, la polarización «va a deteriorar más la democracia»

Mientras el ejecutivo chileno busca puentes con la oposición, el Congreso se ha visto envuelto en varias polémicas entre quienes rechazan el golpe de Estado contra Salvador Allende (1970-1973) y quienes lo justifican. Sputnik conversó con expertos sobre cómo la polarización parlamentaria afecta al país. 

El Gobierno de Gabriel Boric llamó a todos los partidos políticos chilenos a firmar una declaración conjunta en pro de la democracia, en el marco del 50 aniversario del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973. Sin embargo los partidos de derecha rechazaron la invitación. 

Pocos días antes, el 22 de agosto, por 50 votos a favor y 42 en contra, la Sala de la Cámara de Diputadas y Diputados aprobó leer en íntegro el proyecto de resolución del 22 de agosto de 1973, en el cual el parlamento de la época denunciaba el «quebrantamiento del orden constitucional» bajo el Gobierno de Allende. 

El Partido Republicano y Chile Vamos (coalición de partidos de derecha) manifestaron su «más absoluto respaldo jurídico y político» al mencionado acuerdo, firmado por los legisladores de la época, que antecedió al golpe de Estado que tendría lugar unas semanas más tarde. 

El presidente Boric condenó la lectura del texto hizo un llamado a los actores políticos: «Cuidemos la democracia». 

Mientras se leía íntegra la resolución en el Congreso, los diputados oficialistas levantaron carteles con los rostros de detenidos desaparecidos y gritaban: «Justicia, verdad, no a la impunidad». 

El diputado del Partido Republicano Gonzalo de la Carrera grabó la situación, haciendo hincapié en que la Cámara de Diputados acababa de votar a favor «el acuerdo que declaraba el 22 de agosto de 1973, que revelaba la verdad histórica sobre lo que ocurrió en el Gobierno de Allende». 

La diputada Mónica Arce, del Partido Humanista, ante la lectura del proyecto de resolución, señaló que «lo ocurrido en la Sala de la Cámara es una grave ofensa a la democracia, los chilenos y especialmente a los ciudadanos que fueron perseguidos, torturados, secuestrados y asesinados de la dictadura militar». 

Por su parte, la experta en comunicación política Francisca Quiroga explicó a Sputnik que la polarización que se vive en el país es «solamente en los grupos de élite, están desconectados de la ciudadanía«. 

 

 

Sin puentes entre la oposición y el oficialismo 

El 30 de agosto, Boric firmó el decreto supremo que oficializa el Plan Nacional de Búsqueda, iniciativa que tiene como objetivo generar mecanismos institucionales para encontrar a las personas detenidas y desaparecidas durante la dictadura cívico-militar encabezada por el dictador Augusto Pinochet (1973-1990), mando militar que traicionó al presidente Allende en septiembre de 1973. Durante la ceremonia, el hoy mandatario lamentó la ausencia de los presidentes de los partidos de oposición. 

Sin embargo, los timoneles de esas fuerzas políticas de derecha acusaron que no fueron invitados a la ceremonia. Días después, rechazaron hacerse parte de la declaración en compromiso por la democracia. 

Uno de los principales hitos de la conmemoración de estos 50 años del golpe de Estado que maneja el Gobierno es la firma de una carta que busca ser una declaración en pro de la democracia y los derechos humanos. 

Bajo el nombre de Compromiso de Santiago, todos los partidos políticos firmantes del documento se comprometerán a: 

«Cuidar y defender la democracia, respetar la Constitución, las leyes y el Estado de derecho». 

«Enfrentar los desafíos de la democracia con más democracia, nunca con menos, condenar la violencia, y fomentar el diálogo y la solución pacífica de las diferencias». 

«Hacer de la defensa y promoción de los derechos humanos un valor compartido por toda nuestra comunidad política y social, sin anteponer ideología alguna a su respeto incondicional». 

«Fortalecer los espacios de colaboración entre Estados a través de un multilateralismo maduro y respetuoso de las diferencias, que establezca y persiga los objetivos comunes necesarios para el desarrollo sustentable de nuestras sociedades». 

Los partidos de Chile Vamos ya anunciaron su rechazo al documento propuesto por el Gobierno. El senador y presidente de la Unión Demócrata Independiente Javier Macaya confirmó que su partido no firmará el documento. Renovación Nacional tampoco lo suscribirá. Desde Evópoli, señalaron que al texto le faltan «elementos adicionales» y que la coalición de derecha realizará su propia declaración. 

Para Quiroga, la derecha ha retrocedido en los últimos años. En la conmemoración de los 40 años del golpe de Estado [2013] habían «mostrado un sentido mínimo de humanidad con respecto a las víctimas y los derechos humanos, pero ahora han mostrado toda la miseria«. 

«No se le puede evaluar con otro epíteto a las miserables frases que han hecho negacionistas y revisionistas. Y que ellos lo han ocupado a partir de un discurso para chantajear al Gobierno, pero lo que quieren finalmente es cambiar la historia», consideró la experta en comunicación política. 

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