Carta de un campesino, correo de la guerrilla, a uno que abandonó el barco del FSLN

Henry Ruiz es señalado otra vez como traidor al FSLN, esta vez por un excolaborador en la montaña de origen campesino.

VH Granados, Carlitos; nieto de Máximo Martínez Salgado (Policarpo)

Con todo respeto y estima que le tenemos a usted, Henry Ruiz (Modesto), pues desde hace muchos años (1973) que lo conocemos, desde cuando usted llegaba a tocar las puertas de nuestras casas por la noche en Kuskawás; donde mi familia entera Martínez Sánchez, Granados, Aguilares, Rosalinda Rivera Molina, los Mairena, Ocampo, con la familia de don Martiniano Aguilar y su hijo Sabino Aguilar Ochoa, etc., siempre se le apoyó sin ninguna condición.

Pero yo hoy, en nombre de mi familia, en nombre de nuestros Héroes y Mártires de origen campesino, en nombre de los colaboradores de Kuskawás que sobreviven en el abandono; hoy quiero discrepar algunos puntos de vista con los que usted, compañero Modesto, manifiesta.

En primer lugar, nunca se me olvida que recién el triunfo de la Revolución Sandinista, usted se escondía en su mansión para no recibir a los cientos de colaboradores norteños que huelían a saíno o moho de montaña que llegaban a buscarlo. Los compas venían embarrados de lodo de la montaña, o llegaban sin comer y con su ropa ripiada y con manchas de guineo y con su humilde sombrero de palmeras, mientras usted, compañero, disfrutaba del mejor desayuno nicaragüense o extranjero, y vestía el mejor jean y camisa de marca distinguida. Los escoltas salían a decirles a los colaboradores, humildes campesinos de mi clase social de donde procedo, que el comandante estaba en una reunión o estaba fuera del país. Esas eran las explicaciones que brindaban los escoltas por orientación suya, compañero Henry, cosa que era falso. Mientras usted dormía tranquilo y se levantaba a las 10 de la mañana, los colaboradores dormían en la acera del garaje de su casa, en el suelo, hasta por tres días. Usted, compañero Henry, se quedó con la mala costumbre de refugiarse en la cueva como en la montaña; así como cuando lo iba buscando el Comandante Carlos Fonseca Amador (Agatón), en el centro de la montaña en 1976.

Pues a como estaba narrando anteriormente, siempre usted compañero Henry se afrentó de esos cientos de colaboradores que le dieron hospitalidad, frijoles con guineo o tortilla sancochada, y pozol o lo que hubiera para que usted no sufriera con su personalidad de «modesto». Mi familia y demás colaboradores se despojaron de lo que tenían, para verlo a usted y demás dirigente de la guerrilla dirigir la Revolución en caso que se ganara pero no era para que nos olvidaran. Bueno, usted más que yo sabe, que esta fue una de las tantas causas por las que se desarrolló y se crio la Resistencia Nicaragüense.

Entonces, desde ese momento, los principios y los objetivos de la Revolución Sandinista, fueron pisoteados; y casi la terminan de matar con los miles de traidores del FSLN, cuando salieron a votar en 1990; salieron traidores por doquier, tanto del ejército, MINT y otros que ocupaban cargos nacionales o departamentales; pero para rematar y terminar de matar la existencia del FSLN, el ilustre escritor de la fantasía, Sergio Ramírez Mercado, funda en coordinación con usted y otros señores que decían que eran de la izquierda revolucionaria nicaragüense, el Movimiento de Renovación Sandinista (MRS), pero después, este señor Mercado mal agradecido de la historia, reafirma su postura política e ideológica burguesa, escribiendo un libro con el título «Adiós muchachos», no sabiendo que la historia tiene su revés. Usted también bautizó ese título de ese libro.

Por lo tanto, ustedes comenzaron a matar a la Revolución Sandinista desde el principio que se triunfó. El verdadero revolucionario sandinista muere con las botas bien puestas dentro de la casa, así como lo hizo Julio Buitrago, Camilo Ortega Saavedra y Eduardo Contreras; así hubiera hecho usted y el Comandante Víctor Tirado López, el Canoso Mexicano; hicieron lo contrario, se fueron huyendo del FSLN, y dejaron solo al Comandante Daniel Ortega, Tomás Borge, Bayardo Arce, Rene Núñez, Gladys Báez, Francisco Rivera Quintero (hombre de mil batallas en la montaña y la ciudad), Raúl Venerio, David Blanco, Elías Noguera, Benigna Mendiola, José Valdivia, Manuel Calderón y muchos más. Estos compañeros están muriendo dentro de la casa sandinista con las botas bien puestas. Eso es la cualidad de un verdadero sandinista.

Tal vez usted dirá: ¿Quién me escribe con tanta propiedad? Pues le informo que yo soy nieto de don Máximo Martínez Salgado (Policarpo), y sobrino de Máximo Emiliano Martínez Sánchez (Macondo o Mario), ambos eran legendarios amigos suyos y del Comandante Tirado López; y todo esto que le expreso se lo manifiesto porque mi abuelo corrió con una gran suerte que no corrieron otros colaboradores históricos del FSLN de la época de los años 70: que usted lo recibiera. Usted recibía mucho a mi abuelo Máximo Martínez, y yo acompañaba y guiaba a mi abuelo para su casa suya en los primeros años de la Revolución. Por cierto, viví unos meses en la casa del mismo Comandante Canoso; y también escolté de manera de confianza por unos días al Comandante Tirado, cuando iba a las reuniones de la Dirección Nacional; es por eso que le hablo con propiedad, no son comentarios callejeros.

Todos los elementos antes expuestos, fue la causa por la cual al FSLN casi ustedes lo eliminan; como en 1976, cuando surgen las tres tendencia de la cual yo me quedé en las filas de los Terceristas, y donde el Comandante Camilo Ortega y el Comandante Carlos Fonseca Amador luchaban por la UNIDAD del FSLN; división que se da por ambición de mando, percepción política y estrategia de guerrilla. Yo siendo un niño para ese entonces y que me desempeñaba como Correo del Comandante Camilo Ortega, me enteraba de todo eso; hasta hoy expreso esto.

Lo expreso porque hoy vivimos en un país lleno de democracia que la instauró el FSLN, a partir de 1979. Usted, Comandante Ruiz, muy bien lo sabe. Si no hubiera democracia, usted no expresara sus ideas en el periódico más reaccionario burgués, capitalista, agente y lacayo de EEUU, como es el periódico La Prensa, que hoy goza de un alto porcentaje de impopularidad nicaragüense; prácticamente este periódico es de los americanos y no de los Chamorro. Entonces, si no hubiera democracia y libertad de expresión, entonces yo me pregunto: ¿dónde usted hace sus declaraciones en contra del gobierno que dirige el Comandante Daniel Ortega? Estoy casi seguro que usted lo hace dentro y fuera del país, especialmente en EEUU, donde La Prensa, tiene su sede más importante; país gringo con poco mérito de democracia, humanismo; cuna del terrorismo, analfabetismo, hambre, explotación, miseria; cuna del narcotráfico, droga, prostitución, etc.

Por toda esas cosas o descomposición social de la cual se caracteriza el capitalismo salvaje, y por la cual usted renunció a seguir viviendo en Jinotepe en aquellos años de los 70, renunció y se fue a encuevar en la montaña para filosofar en la teoría cómo combatir esos defectos del capitalismo y del régimen sangriento y asesino, violadores de niña y de derechos humanos como lo era Anastasio Somoza García y su Chigüín Portocarrero. Usted se internó en la montaña para no ser asesinado en la ciudad; pero fue muy poco en los combates que participó en la montaña, según me decía el Comandante Francisco Rivera Quintero; que los combates más grande que hubo fueron en Kuskawás, cuando ya yo estaba ubicado en Peñas Blancas de La Dalia; Pancasán en 1967, el Cuartel de Waslala y Río Blanco, en ninguno de estos combate usted participó, y mucho menos participó en combate pleno en la ciudad. Es decir, su esfuerzo que hizo en el FSLN fue filosofar en la teoría cómo conducir la Revolución en caso de ganar, teoría diferente a la que tenía el Comandante Carlos Fonseca Amador, Tomás Borge Martínez, Daniel Ortega, Camilo Ortega, Francisco Rivera Quintero, German Pomares Ordoñez, Carlos Núñez Téllez, Rene Núñez, entre otros dirigentes. Esto lo digo porque estos hombres que están y han muerto con las botas puestas dentro del FSLN, y, si tuvieran vivos estos hombres que mencioné, fuera una revolución más fuerte y pura.

Es decir, que la teoría suya no funcionó porque no usted está dentro del Frente Sandinista. En cambio nosotros como su hijo Carlitos, el Comandante Daniel y mucho más compañeros, somos parte de la teoría del Comandante Carlos Fonseca, el Comandante Agatón. Esta teoría y estrategia que sigue impulsando el gobierno que dirige el Comandante Ortega, la compañera Rosario Murillo y el pueblo nicaragüense, prácticamente es una teoría de la evolución nacional y de la familia sandinista, es la teoría del desarrollo, es la teoría de la unidad, de la paz, de la reconciliación, es la teoría del amor, fraternidad y cariño. Aspiramos a ser cada día más cristianos y socialistas. Usted siempre se declaró marxista y leninista; pero la teoría de estos dos genios, Carlos Marx y Lenin, contradice lo que usted comulga a diario en su vida cotidiana.

Pues me despido de usted, compañero, deseándole éxito en su teoría. Tal vez no sea la persona idónea académicamente para manifestarle todo lo ante expresado, pero es mi deber como viejo colaborador, Correo y combatiente del FSLN desde 1974, desde cuando yo tenía 7 años de edad. Es mi deber expresarle la mera verdad en nombre de los viejos colaboradores campesinos del norte, de Kuskawás y en especial el de mi familia. Es la verdad que el pueblo nicaragüense debe conocer sobre la vida interna dentro del FSLN.

Solo lo invito a usted, compañero, y demás compañeros de vieja data de lucha sandinista, que vuelvan a casa, vuelvan a la casa que ustedes mismo construyeron y defendieron; vuelva a casa porque el barco sandinista no se detiene. El FSLN va a gobernar por largos años, porque el FSLN ya no son 9 comandantes que lo dirigen: son miles que lo dirigen y participan. Lo invito que renuncie a su teoría y se monte en este barco de la sabiduría y del amor.

Le aclaro que no le trabajo al Estado y nunca he sido beneficiado o que me he quedado con una mansión o vehículo, a como muchos lo han hecho como todo un oportunista, sin saber cómo se hizo esta revolución. Le aclaro esto por aquello que piense, que lo que le expresé fue por algún agradecimiento o de algún reconocimiento que haya recibido de parte del gobierno actual. Todo lo contrario: vivo en una casa ubicado en Valle Sandino que se la estoy pagando al Banco, pero todo lo que aclaré o le manifesté, lo hago porque es mi deber como militante Sandinista.

Atentamente,

Un campesino que desde niño fue un Correo del FSLN. desde Kuskawás

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