Cobertura de la BBC en Nicaragua

Julie Lamin, Londres*

Radio 4, de la BBC, tiene muchas cosas maravillosas, pero lamentablemente las noticias de los países latinoamericanos tienen la costumbre de ser condescendientes y erróneas. Su informe sobre Nicaragua publicado recientemente en un programa vespertino continuó esta tendencia.

Parecía injusto que, dado que Nicaragua estaba a punto de salvar las vidas de sus ciudadanos de las grandes inundaciones en la parte occidental del país, eligió ignorar la cooperación y la organización para minimizar la pérdida de vidas. En su lugar, se enfocó en los terroristas que se hacen pasar por presos políticos, quienes han causado grandes daños y sufrimiento a los nicaragüenses.

Cuando estalló la violencia en abril de 2018, muchas de las acciones fueron destructivas, con ataques incendiarios contra escuelas, centros de salud e iglesias. El tráfico se detuvo a través de los bloqueos de carreteras, mientras los matones promocionaban las armas que aterrorizaban a los ciudadanos comunes.

Esas mismas personas comunes se manifestaron en contra de los matones para que los camiones se movieran con suministros vitales de alimentos para la nación. Cada una de esas manifestaciones masivas contra sus secuestradores, mencionadas por Radio 4 en su informe, no son obligadas por el gobierno, sino expresiones sinceras de amor y paz para Nicaragua.

Si estas personas apoyan a Daniel Ortega es porque el 72% de los nicaragüenses votaron por él en las últimas elecciones. Bajo su gobierno, la pobreza se redujo a la mitad porque las pequeñas empresas y cooperativas prosperaron permitiendo a las personas más pobres tener ingresos para sacarlos de la pobreza extrema.

Como alguien que ha seguido eventos en Nicaragua desde 1979 y particularmente desde el verano de 2017, cuando pasé unas semanas allí como profesora, he visto una imagen muy diferente a la que presentó en su informe Radio 4.

Aunque su reportero dio a conocer el punto de vista de los acusados de terrorismo, no entrevistó a un solo familiar de las víctimas de sus atrocidades, la tortura y el asesinato de maestros y policías, personas que han dedicado sus vidas a ayudar a que Nicaragua sea mejor.

Hubo un punto en el que estuve de acuerdo con su reportero: hasta abril de 2018, Nicaragua era el país más pacífico de la región, y no era poca cosa si se tiene en cuenta el miedo que vive la gente al otro lado de la frontera, precisamente en Honduras.

Un último comentario. En ningún momento mencionó los miles de millones de dólares que Estados Unidos está gastando en su Fondo Nacional para la Democracia, una política deliberada para socavar la democracia de Nicaragua.

También es posible que el reportero desee investigar la coincidencia de que cualquier país latinoamericano que educa a su gente, mejora su calidad de vida a través del suministro de alimentos y el transporte, por no mencionar políticas de salud extensas y destacadas, es un país marcado por los EEUU y sus medios de comunicación pagados.

* Maestra.

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