Conferencia Episcopal responde a los que incitan a la violencia

La Conferencia Episcopal  de Nicaragua (CEN) respondió de forma enérgica, a través del Obispo de Managua, cardenal Leopoldo Brenes, a las pretensiones de grupitos y medios de comunicación que promueven el abstencionismo, la anulación deliberada del voto, así como el llamado al desorden civil y a la violencia, con el vano propósito de desprestigiar las elecciones.

 

Ante las fuertes críticas al mensaje de la CEN por parte de estos sectores que buscan como sabotear los comicios de noviembre próximo,  el prelado, tras su homilía del sábado reiteró el llamado a la población a “no ceder a la tentación de la violencia porque “jamás ha resuelto los conflictos en nuestro país”, más aún durante un momento en el que se vive un proceso electoral.

La falta de total respeto por parte de ese grupito boicoteador y sus medios de prensa aliados, a la posición tomada en sus recomendaciones por los jerarcas de la Iglesia Católica de Nicaragua llega a tal punto de llamarlo un “mensaje gallo-gallina”, dejando en claro su decepción y enojo por no poder involucrar a la CEN en sus planes de conspiración en contra de las elecciones.

Mensaje fue claro

En su comunicado hecho público el pasado lunes 22 de agosto, la Conferencia Episcopal recordó a la población que el voto es un derecho civil y político que debe ser ejercido de forma por los nicaragüenses, por tanto, la concurrencia a las urnas no debe ser coaccionada, mucho menos impedida bajo amenazas de ningún tipo, tampoco por actos que inciten a la violencia.

Para que a los detractores de la Iglesia católica les quedara bastante claro, el cardenal Brenes señaló que “una vez alguien de la Revista Paris Match de Francia, le preguntó al Papa sobre lo que él pensaba cuando algunos sectores no aceptaban su mensaje, y pues él decía que la Santa Sede, la Iglesia y el Santo Padre son totalmente libres para expresar su opinión”.

Subrayó que en sus obligaciones con el pueblo religioso de Nicaragua, la CEN no está la de quedar bien con algún grupo específico de personas, “la verdad es que no se puede quedar bien con todos, es algo difícil, pero puedo decir que en la reunión cada obispo aportó una palabrita, quitando algún punto o coma, diciendo: ‘esta palabra no es buena’ o ‘esta hay que decirla de esta forma’”.    

Además, Brenes señaló que personalmente se sintió muy contento porque “todos los obispos pusieron su granito de trigo y lo hicimos en un ambiente de oración, sé que mucha gente nos tuvo en oración y creo que salió lo que tenía que salir. No lo que muchos economistas o políticos pensaban. Pero pienso que el mensaje está muy claro”.

  

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