Hace unos días, el exfiscal estadounidense William Bar retomó la iniciativa que pretende que los soldados incursionen fuera de su territorio.
En el marco de la propuesta del exfiscal estadounidense William Barr de que los militares de su país combatan a los cárteles mexicanos, se hizo público que los congresistas republicanos Dan Crenshaw y Michael Waltz presentaron una moción al Congreso para que se autorice el uso de las fuerzas armadas de EE.UU. contra «los responsables» en México del tráfico de drogas.
La resolución, enviada al Comité de Asuntos Extranjeros de la Cámara Baja el 12 de enero, busca otorgar a la Casa Blanca la autoridad de desplegar el Ejército para combatir a las organizaciones mexicanas responsables de introducir fentanilo u otras sustancias relacionadas hacia EE.UU., así como a los grupos criminales que desestabilizan a los países de Norteamérica.
De acuerdo con el documento, el fentanilo provoca el fallecimiento de al menos 80.000 estadounidenses cada año y es la causa principal de muerte de hombres entre 18 y 45 años en EE.UU.
«No podemos permitir que los cárteles mortales y fuertemente armados desestabilicen a México y trafiquen personas y drogas a EE.UU. Debemos comenzar a tratarlos como a ISIS«, comentó Crenshaw al momento de presentar la propuesta.
En específico, la iniciativa plantea combatir a nueve organizaciones, entre ellas el Cártel de Sinaloa y el Cártel Jalisco Nueva Generación, los dos grupos con mayor poderío en México. También figuran asociaciones locales como el Cártel de Juárez y el Cártel de Tijuana, establecidos en dos ciudades fronterizas, así como la Familia Michoacana, con sede en la región centro del país.
Otras agrupaciones mencionadas en la resolución son el Cártel de los Zetas, el Cártel del Golfo, el Cártel del Noreste y el Cártel de los Beltrán-Leyva, organizaciones de larga data que no han podido ser erradicadas.
«Estas organizaciones criminales transnacionales paramilitares no solo son responsables de matar a un número sin precedentes de estadounidenses, sino que también están socavando activamente nuestra soberanía al desestabilizar nuestra frontera y librar una guerra contra las fuerzas del orden estadounidenses y el ejército mexicano», resaltó Shaw.
La respuesta de México
En respuesta a la iniciativa, el senador mexicano, Ricardo Monreal, expresó este domingo su preocupación por la propuesta, al destacar que violenta la soberanía del país.
«Es un ejemplo del uso político del combate al narcotráfico y, al mismo tiempo, representa una regresión a las épocas del intervencionismo«, escribió el legislador en sus redes sociales.
La polémica resolución aún no ha sido aprobada, pues se encuentra en la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso para su debate, pero tomó relevancia tras su mención en un artículo publicado recientemente por William Barr, titular de la Fiscalía durante el Gobierno de Donald Trump.
En noviembre de 2019, el exmandatario republicano hizo una solicitud similar, tras la masacre en México de varios niños y mujeres de la familia LeBaron, ya que varios de ellos eran ciudadanos estadounidenses. En esa oportunidad, la respuesta del presidente, Andrés Manuel López Obrador, fue contundente.
«Somos un país libre y soberano, entonces, no puede intervenir otro Gobierno en nuestro territorio si no existe un acuerdo de cooperación y, desde luego, la solicitud expresa de nuestro Gobierno», declaró el mandatario.
El mandatario ha sido un amplio crítico de la colaboración del Ejército mexicano con las agencias militares de EE.UU., en especial a partir de la fracasada Operación ‘Rápido y Furioso’ de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés), que entre octubre de 2009 y febrero de 2010 introdujo armas de alto calibre a México con la supuesta intención de rastrearlas y dar así con líderes del narcotráfico, pero el armamento se «perdió» y terminó siendo utilizado por esas mismas organizaciones delictivas durante la llamada «guerra contra el narcotráfico».
Durante su acostumbrada conferencia de este lunes, López Obrador rechazó la propuesta de «invasión» de Crenshaw y Waltz, a la que calificó de «pura propaganda».
«Hay que estar rechazando todas esas pretensiones de intervencionismo. México es un país independiente, soberano«, refrendó el mandatario esta mañana, tras recordar que en México no existen organizaciones terroristas, de acuerdo con un informe del propio Congreso estadounidense.
«No se puede enfrentar la violencia con la violencia», agregó López Obrador, al insistir en su política en contra del uso de la fuerza armada para frenar al narcotráfico y a favor de atender las causas estructurales que lo provocan.
¿Quiénes son Crenshaw y Waltz?
Daniel Crenshaw es un exoficial de los Equipos Tierra, Mar y Aire de la Armada de EE.UU. (SEAL por sus siglas en inglés). Desde 2018 es representante en el Congreso por el segundo distrito de Texas, una de las entidades con mayor apoyo a los republicanos.
El legislador ha causado polémica por mantener una postura en contra del aborto, por apoyar la salida de su país del Tratado de París –llevada a cabo por el gobierno trumpista– y por cuestionar las medidas implementadas para combatir la pandemia del coronavirus.
Por su parte, Michael Waltz es un empresario y comentarista de televisión, quién sirvió como coronel en el Ejército y trabajó en el Pentágono. Durante la Presidencia de George W. Bush (2001-2009) fungió como asesor antiterrorista del entonces vicepresidente Dick Cheney. En 2018, asumió la representación en el Congreso del sexto distrito de Florida, un estado donde existe una fuerte corriente radical republicana.
En 2020, Waltz fue uno de los legisladores que apoyó una demanda en contra de los resultados electorales que dieron la victoria a Joe Biden y ha causado controversia por su consideración de que EE.UU. mantiene una «guerra fría» con China.