El escape de Leonel de las huestes golpistas (2)

Dick y Miriam Emanuelsson

Los golpistas se movilizaron en la camioneta con Morales hacia el sector de la colonia Bello Horizonte. Es ahí donde Leonel se tiró de la paila hacia el pavimento.

“Yo caigo y cuando yo caigo en el pavimento yo vuelvo en sí, despierto y pues no me sentía el disparo. Me logro levantar, pero sentarme en el pavimento y ahí cuando yo me siento y en frente mío estaban ellos en la camioneta y cuando me miran entonces dicen; ¡`Está vivo, está vivo´! Ellos vienen desenfrenadamente hacia mí y yo lo primero que hice fue correr a mi lado derecho.

A mi lado derecho había un cauce y yo sólo corrí y me tiré al cauce. Cuando ellos venían hacia mí empezaron a disparar de todo tipo de armas. Espero un tiempo determinado que ellos se van, porque yo estaba impactado ahí en el cauce y yo tirado. Cuando se van empiezan a disparar para que nadie salga de las casas. Yo me logró sentar en el cauce, pero cuando yo me siento, siento que en mi parte derecha de mi abdomen ya no sentía respiración”.

¿Porque te habían dado un tiro también en el abdomen?

Yo siento que me faltaba la respiración, me faltaba la respiración. . . Empecé a tocarme todo mi cuerpo, me empiezo a tocar mi rostro. Los labios los tenía hinchados, el ojo inflamado. Me empecé a tocar aquí donde tenía el disparo, tenía un gran hueco”.

– ¿El tiro salió por el otro lado?

“Si. Me impactó aquí, el tiro se bajó y me fracturó la mandíbula completamente. Me empiezo a tocarme en mi cuerpo, en mi cuerpo también hay hoyos. . . Aquí en mi parte de mi abdomen me pegaron tres impactos de bala, más el de aquí [cabeza] fueron cuatro impactos de balas. Yo me logro sentar. Es solamente eso. Sentía que me faltaba la respiración. Yo me tocaba los oídos y no me lod sentía. Empecé a llamar; “¡auxilio, auxilio, auxilio, ayúdenme, ayúdenme”! pero nadie me escuchaba. Así en frente mío, había un puente donde pasaban las personas y pasa una pareja en lo cual yo gritaba; “¡ayúdenme, por favor ayúdeme”! y no me escucharon. Pasaron”.

“Después pasó un muchacho de camisa blanca, él pasó y yo gritaba nuevamente, decía; “¡AYÚDAME, POR FAVOR, AUXILIO QUE ME ESTOY MURIENDO, ESTOY MURIENDO”! Él pasó y se regresó. Cuando él se regresa dice; ¿“Vos sos Leonel”? Si, hermano, ¡ayúdame por favor, que me estoy muriendo, ayúdame, ayúdame”! ¡“Espera un momento”! me dice, ¡“Espérame”!

Cuenta Morales que el muchacho se fue a llamar a todos los vecinos que salieron para rescatar al joven universitario, que estaba prácticamente muriendo. Llamaron a la ambulancia que vino y arrancó hacía el Hospital Bautista.

“Yo perdí el conocimiento completamente en el Hospital Bautista. Estaba muerto, sin signos vitales. Me pusieron al aparato. Si en 72 horas no respondía, me desconectarían. Pero Dios me dio la fuerza, Dios me dio de nuevo la vida porque estuvo en encuentro, me llevó a un paraíso bellísimo. Yo estuve cuatro días en coma, cuatro días en coma y en el cual esos cuatro días estuve en un paraíso de arriba en el cielo. Los doctores me operaron. Tenía tres impactos de bala aquí en el abdomen”.

– ¿Habías perdido mucha sangre?

“Mucha sangre. Tenía fracturada la mandíbula, producto del balazo. Yo despierto a los cuatro días en el Hospital Vélez Paiz. Ahí cuando recuerdo nuevamente todo, todo. Pero yo en mi parte de mi rostro, como el impacto de bala me afectó, entonces los dientes me hacían así (señas con los dedos). No los podía sostener. Me tenía que poner un trapo para que no masticara. Porque el sistema de mis dientes estaba alterado completamente”.

El paciente sandinista pasó tres meses en el hospital Vélez Paiz. Porque producto de este balazo le pusieron una placa en su parte izquierda. (En su parte derecha del cuerpo la placa) En la derecha tuvo rechazo de placa.

“Me introdujeron al quirófano como 15 veces para limpiarme, porque era una infección. Y cuando se va sanando y va sanando completamente. La herida de mi abdomen sanó completamente. Pero ésta fue la más complicada, el proceso fue lento. Pero gracias a Dios me logré levantar. Pues la gente no cree, la gente cree que es mentira. La gente cree que yo me lo hice adrede o el gobierno me lo mandó a hacer. ¡No, señores! Porque no es así, porque yo estaba defendiendo una postura en la cual estaba al lado del gobierno de nuestro Comandante. Y solo por tener una posición política o sólo tener un fin hacia un partido político, entonces yo fui producto de esta masacre, de un golpe de estado que quisieron hacer estos opositores. A mí me dañaron completamente psicológicamente al inicio y físicamente.

Dice que no fueron dañados órganos vitales de su cuerpo. Los siete meses han venido sanando las heridas completamente.

También relata a nuestra pregunta que si estaba vigilado por las fuerzas del orden, ya que su vida peligraba, amenazado por los opositores golpistas. Y sí, muchas veces en la noche quisieron introducirse al Vélez Paiz para secuestrarlo nuevamente y rematarlo.

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