El intento de golpe en Venezuela 2002 y su similar frustración en Nicaragua

Dick y Miriam Emanuelsson

¿Qué ganaría el gobierno sandinista y el presidente Daniel Ortega con ejecutar una acción tan bestial como erradicar toda una familia? La respuesta a esa pregunta es fácil de responder: porque la oposición tendría todo para ganar, desde el punto de vista terrorista de los golpistas, y así acelerar el aislamiento nacional e internacional del gobierno sandinista.

Un caso paralelo es el preludio del golpe de Estado en contra el presidente Hugo Chávez en Venezuela, el 11 de abril de 2002. Fue acusado de masacrar a la marcha opositora. Los medios de comunicación nacional e internacional fueron, como el caso de Nicaragua totalmente serviles para presentar a Chávez como el cruel asesino que masacraba a los manifestantes desarmados y pacíficos. Fue cuando un equipo de documentalistas irlandeses al año siguiente logró desenmascarar el montaje de los francotiradores que eran de la policía metropolitana, controlada por la oposición de Caracas.

Con el gobierno sandinista ha pasado igual, aunque todos los montajes como el “Día de la Madre”, “La Marcha de las Flores”, etcétera han sido revelados y desenmascarados últimamente por el excelente equipo de colegas nicaragüenses llamado Juventud Presidente.

El más cruel Fakenews

Con el Fakenews de la quema de una familia de seis personas, en donde el más joven, un bebé de solo cuatro meses y que fue fotografiado muerto solo con sus pañales, pues cualquier ser humano se conmueve profundamente y comienzan las emociones contrarias a un gobierno que utiliza esos métodos para combatir una oposición que dice ser “autoconvocada y pacífica”.

La tragedia del año pasado fue utilizada hasta el extremo, creyendo que nadie descubriría el montaje. Por eso había que sacar a los sobrevivientes del país. Y ahí entró en escena el Cenidh, (Centro Nicaragüense de Derechos Humanos), un organismo ciegamente antisandinista. El funcionario de Cenidh, Gonzalo Carrión, llegó incluso antes que los bomberos al lugar por el incendio esa misma mañana y ahí, ante la prensa, declaró al gobierno y la policía como responsables del crimen.

“Cenidh tomó a las personas que están ahí, las secuestra y las lleva a un lugar con el fin de que nosotros no pudiéramos tener acceso a obtener la información veraz de lo que ocurría. Y no sólo eso, sino que les inculcaron qué es lo que tenían que decir.

“Nos comentaban las personas que sufrieron o que son víctimas de esto de que ellos tuvieron que escaparse para poder salir del lugar. Porque no les permitían salir. Y así como nosotros llegamos a ella, logramos sus declaraciones donde nos manifestaron realmente qué fue lo que ocurrió, donde reconocen que la policía jamás estuvo ahí”, subraya el comisionado Pérez.

Cenidh: “Asilo a cambio de una confesión”

Agrega el oficial: “La gente del Cenidh les había ofrecido a los sobrevivientes, que a cambio a su confesión, como ellos indicaban, serían beneficiados con visa o a EEUU o hacia Costa Rica. De manera que ellos en ningún momento, sobre todo, dijeron, pensaba más en su familia y no aceptaron su propuesta. Pero lo cierto es que se estableció objetivamente que la acción de los delincuentes estuvo orientada específicamente a ellos [para quemar la casa] y como un elemento de venganza por su no disposición [de apoyar al paro]. Que no existiera un policía en el lugar”.

– ¿La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) también ha llegado al fondo con todos estos elementos investigativos (la investigación elaborada en varios miles de folios)?

“Lógicamente no les gusta revisar los expedientes [del caso del barrio Carlos Marx]. Porque se encontrarían con estos fenómenos que contradicen lo que ellos dicen”, indica el Comisionado.

Los asesinos ya están libres

Los sindicados, detenidos y prófugos ya pueden sentirse tranquilos. El gobierno cumplió su parte ante los acuerdos firmados en el Diálogo que comenzó en el mes de marzo, año en curso.

Una parte de esos acuerdos es liberar a todos los que fueron detenidos, enjuiciados y condenados por sus crímenes, como el caso de la quema/matanza en el barrio Carlos Marx, el 16 de junio de 2018.

Ya andan libres, pero bajo la condición de no reincidir nuevamente en terrorismo. En el caso de la quema de la familia, fueron acusados por “asesinato agravado, incendio, terrorismo y otros delitos”.

¿Será justo que los asesinos materiales y sus cómplices en los medios de comunicación, las ONG u otros personajes que son los autores intelectuales anden como cualquier ciudadano en libertad en la calle?

Pues, no le toca a un reportero sueco o camarógrafa hondureña opinar -aunque tenemos opiniones-, sino al pueblo de Nicaragua, que ha sabido antes de la historia tomar las decisiones correctas.

El caso del barrio Carlos Marx nos enseña, sobre todo a los periodistas, que las emociones son importantes, pero que la elaboración de TODOS los elementos es necesaria para no ser utilizados como una “presa barata” al servicio del Plan del Imperio. Por algo estrenó John Bolton su frase sobre “La Troika de la Tiranía”.

LOS MUERTOS

1. Oscar Manuel Velásquez Pavón, 46 años
2. Maritza del Socorro López Muñoz, 46 años
3. Alfredo Manuel Velásquez López, 22 años
4. Mercedes de los Ángeles Raudez Álvarez, años
5. Daryeli Osmary Velásquez Raudez, 3 años
6. Matías Eliseo Velásquez Raudez, 4 meses
Tres (3) personas lesionadas:

1. Janeth del Socorro Velásquez López, 29 años
2. Francisco Javier Pavón, 30 años
3. Maribel de los Ángeles Velásquez López, 14 años
Personas prófugas en Costa Rica (con derecho de regresar ahora):
1. Rolando Leonel Briones Arévalo (alias cara de Gato).
2. Oscar José Giovanny Jaime.
3. David Enrique Vellorín y/o David Enrique Vellorín Mayorga (alias Chibolón).
4. Johnson Tonytyu Merlo Sevilla.
5. Shirley Mayerling Perez Castellón (alias La Colocha)
6. Alias Firulay.
7. Alias el Grillo.
8. Otros.

 

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