Una miembro de la familia Chamorro, Daniela, escribió lo que ella considera significa y ha significado esa familia en la historia de Nicaragua, en un documento de 28 páginas enviado a IIlan Stavans, un ciudadano estadounidense, hijo de judíos, especialistas en realizar estudios de los latinos de origen judío y n “spanglish”.
Hay muchísimas cosas que nos llaman la atención y uno de ellas es la mal disimulada apología que hace en torno a la personalidad del director del diario La Prensa, don Jaime Chamorro, y la omisión o desconocimiento de otros la mayoría de los otros miembros de la familia Chamorro, como lo son los hijos del doctor Pedro Joaquín y del ingeniero Xavier Chamorro Cardenal.
Consideramos interesante publicar la historia de la familia Chamorro, vista con los ojos de una miembro de esa familia, la cual será publicada en varias partes, aunque parece que la autora aplicó restricciones.
Primera parte:
Daniela Chamorro
Profesor Ilan Stavans
Cien Años de Soledad
25 de abril del 2013
La Familia Chamorro en Nicaragua
1: Comienzos
En las calles angostas de la ciudad de Granada, Nicaragua, se dice que nunca puede haber un Chamorro que nazca sin agallas. A Pedro Joaquín Chamorro Zelaya y Margarita Cardenal de Chamorro, les nacieron cinco.
Pedro nació primero, un año después de la boda. A los tres años lo siguió Ana María, a quien todos le dicen Anita, y tres años después de ella, Ligia. Cuando nació Ligia, Pedro Joaquín Chamorro Zelaya, entonces el editor del periódico La Prensa, y su esposa decidieron invertir dinero (heredado de Margarita) en algún negocio. Estaban decidiendo entre el periódico y una tabacalera. Siendo católicos devotos y practicantes, buscaron consejo del obispo. Este les dijo con toda seriedad: “Si ustedes invierten en la tabacalera, tendrán mucho dinero. Pero yo lo conozco, Don Pedro, y yo sé que usted quiere hacer algo bueno. Invierta en el periódico.”
Entonces en 1920, Pedro Joaquín Chamorro Zelaya compró la mitad de las acciones de La Prensa. Para 1923, había comprado el resto del periódico, coincidiendo con el nacimiento de su cuarto hijo, Xavier. En ese tiempo las instalaciones de LA PRENSA ocupaban un antiguo edificio de talquezal en la calle de El Triunfo. Circulaba por las tardes, distribuyendo sus tres mil ejemplares con fecha del día siguiente, y costaba tres centavos de córdoba.
Pedro Joaquín Chamorro Zelaya no era político—prefería pasar su tiempo en la oficina, leyendo o escribiendo. Le gustaban las rutinas. Se vestia casi todos los dias de dril blanco, con una camisa del mismo color, corbata y zapatos negros, y un sombrero de pita. De pocas palabras pero simpático, accesible y muy inteligente, prefería jugar ajedrez a fumar cigarros y estaba más interesado en historia que en la política. Su esposa, Doña Margarita, era su contraste perfecto: tenaz, seria, y practica, bastante brava y muy estricta.
El mismo año en que Augusto Cesar Sandino fue asesinado por la Guardia Nacional, dirigido por el general Anastasio Somoza García, nació Jaime, el quinto hijo de la familia Chamorro Cardenal. A los dos años, Anastasio Somoza García fue nombrado presidente.
En la escuela, Pedro estaba en el mismo año que Anastasio Somoza Debayle, el hijo menor del presidente, a quien le decían “Tachito.” El y su hermano mayor, Luis, que se creían príncipes, eran arrogantes y estaban muy orgullosos de su padre. Un día Pedro presenció a un compañero de clase preguntándole a Tachito, “Porque a tu papa le gusta tanto ser presidente?” “Pues claro, por el dinero,” contestó Tachito. Repugnado, Pedro apartó la mirada.
Cuando Jaime, el menor, tenia como cinco anos, alguien le pregunto, “¿Que quisieras ser cuando seas grande?”
“Soldado,” contestó el niño.
Pero a los soldados los matan, le dijeron.
Al pensarlo un poco Jaime pregunto, “Quién los mata?” El enemigo, le respondieron.
Moviendo la cabeza como que había entendido, Jaime contestó, “¡Entonces seré enemigo!”