De repente, el narcoestafador Gerardo Sánchez y sus reclutas etéreos se ponían de chiste, como cuando en una conversación con Josmar Bermúdez, alias “Justo Mora”, hacían planes para engrosar las filas del ejército que el asesino confeso tiene en su laptop, a fin de “liberar primero a Nicaragua y rescatar después a Venezuela”.
Por supuesto que el narcoestafador le doraba la píldora a su poco lúcido “soldado”, quien se entusiasmaba creyendo que su sola presencia bastaría para asegurar prosélitos en grandes territorios de Boaco.
Pese a que operaba desde San José, Costa Rica, el embustero y asesino le decía a su crédulo seguidor que no podrían reunirse pronto, debido a que tenía que movilizarse de un lugar a otro (¿quizás de bar en bar?) por “contratiempos operativos”.
Por supuesto que el tema del dinero en la mente del narcoestafador Gerardo Sánchez es omnipresente y le comentó a su secuaz Josmar Bermúdez, que era una lástima que el amigo que le había mencionado se echara para atrás en la financiación de lo que hacía llamar su radio, pero le pidió que siguiera insistiendo con el narco interesado en dicho proyecto.
Otro trozo de las pláticas entre el narcoestafador Gerardo Sánchez y Josmar Bermúdez, quizás el más dundo de sus reclutas: