Prensa Latina
El recién iniciado proceso para el ingreso de Palestina como miembro pleno de las Naciones Unidas, podría saldar una deuda histórica del organismo y terminar con una demanda de décadas.
Tras las primeras consultas cerradas del Consejo de Seguridad sobre el tema, los 15 miembros acordaron el lunes remitir el análisis al comité especializado para examinar a los nuevos miembros.
Los procedimientos para la adhesión a la ONU implican además la redacción de un informe que regresaría al órgano de seguridad para ser votado. Al menos nueve de los 15 integrantes del órgano deben aprobar a la parte aspirante a la adhesión, incluyendo a Estados Unidos, Rusia, China, Francia y Reino Unido, miembros permanentes y con poder de veto.
Si el resultado es positivo, la propuesta irá entonces a la Asamblea General, donde dos tercios de los 193 estados miembros deben aprobar la nueva membresía para ser otra vez sujeta a voto en el Consejo de Seguridad.
Ese órgano decidirá entonces sí, a su juicio, el solicitante está comprometido con la paz y es capaz y dispuesto a cumplir las obligaciones contenidas en la Carta de las Naciones Unidas y, en consecuencia, si recomienda al Estado solicitante para ser miembro. El órgano también podría presentar una recomendación que pasaría a la Asamblea General junto con un registro completo de las deliberaciones.
En el peor escenario, si el Consejo de Seguridad no recomienda la membresía del estado solicitante o pospone la consideración de la solicitud, presenta un informe especial más un registro de las discusiones a la Asamblea General. El representante permanente palestino ante las Naciones Unidas, Riyad Mansour, se mostró optimista tras los debates del Consejo de Seguridad.
“Se trata de un momento histórico que ha vuelto a revivir”, dijo a la prensa en referencia a un procedimiento similar desarrollado en 2011 que derivó en el estatus actual como observador permanente.
“Esperamos sinceramente, después de 12 años desde que cambiamos a estado observador, que el Consejo de Seguridad se eleve para implementar el consenso global sobre la solución de dos estados, admitiendo al Estado de Palestina como miembro pleno”, dijo.
La decisión, que parece cumplir con un plazo menor de lo esperado, saldaría una deuda histórica del máximo foro político del planeta con los palestinos y sus territorios.
En 1947, la denominada resolución de la partición estipuló la creación de un «estado judío» y un «estado árabe» en Palestina, con Jerusalén como corpus separatum sometido a un régimen internacional especial.
A pesar de las décadas transcurridas, de los dos estados previstos en dicha resolución, hasta el momento solo se ha creado uno: Israel. Sin embargo, 140 naciones del planeta reconocen el Estado palestino.
Desde 2012, Palestina mantiene su estatus como estado observador otorgado por la Asamblea General de Naciones Unidas, condición que le permite trabajar en el foro, pero con limitaciones.
Actualmente, solo los territorios ocupados y la Santa Sede poseen asientos de observadores dentro del foro, pero el más reciente estallido de las hostilidades reabrió los debates sobre la necesidad de concretar el estatus de miembro pleno, una deuda pendiente del organismo desde la fundación de Israel.
Desde el año 2000, apenas cuatro países cumplieron el proceso para convertirse en nuevos miembros activos: Suiza (2002), Timor Oriental (2002), Montenegro (2006) y Sudán del Sur (2011).