Las tan anunciadas y promovidas marchas con bombos y platillos por los llamados sectores de oposición, resultaron ser otro fiasco más que se reflejó en el rostro y las declaraciones de sus organizadores, quienes vieron frustradas sus pretensiones al constatar que la ciudadanía en vez de apoyarlos realizó normalmente sus actividades diarias.
La “multitudinaria” marcha que estos grupitos de renegados esperaban, no fue más que una triste peregrinación que alcanzó a unas 600 personas, las que a su vez, internamente, tuvieron fuertes roces por atribuirse la autoría de esa insignificante farsa que montaron con la vana intención de desprestigiar al Gobierno de Nicaragua.
Los dimes y diretes que mantuvieron en todo momento los que dirigían ese penoso teatro – personal allegado a Eduardo Montealegre y gente del Frente Amplio Democrático, que encabeza el MRS- llegó a tal dimensión que se le negó la palabra al otrora dirigente de la oposición Luis Callejas, por órdenes expresas de Dora María Téllez, dirigente del MRS.
Mientras toda esta insufrible trama ocurría vergonzosamente ante la vista de la población, que lejos de tomarla en serio prosiguió con todas sus actividades normales y cotidianas, la Comisión de la OEA, que incluye a su secretario general, Luis Almagro, invitada por el presidente Daniel Ortega, se entrevistó tranquilamente con diferentes sectores del país.
Quizás, en sus delirios de protagonismo, quienes montaron todo este lamentable espectáculo esperaban que el secretario general de la OEA, junto con su comitiva, bajaran del avión con pancartas, mantas y gritando consignas censurando al Gobierno, y se les unieran en un aventurero plan que contrasta con la investidura del organismo invitado.
Contrario a lo que esperaban estos instigadores de la violencia, Almagro y la comisión se reunieron el jueves primero de diciembre con representantes del sector privado, partidos políticos de la oposición y de la sociedad civil, quienes plantearon críticas y sugerencias sobre la situación política de Nicaragua con la confianza que ameritan estos encuentros.
La delegación de la OEA se reunió con el sector empresarial, diplomáticos europeos acreditados en Nicaragua, organizaciones políticas como el Partido Unión Demócrata Cristiana, PLC, PLI, miembros de organizaciones como Ética y Transparencia, Movimiento Autónomo de Mujeres, la Coalición por la Democracia y el movimiento anticanal.
De igual forma, Almagro se reunió con representantes tanto de la Iglesia Evangélica como de la Iglesia Católica, con quienes dijo abordó temas en relación al combate a la pobreza y la institucionalidad. Así mismo, ambas instituciones religiosas aplaudieron la invitación que el gobierno hiciera al secretario general de la OEA.
Luego de reunirse con la comitiva de la OEA, el cardenal Leopoldo Brenes declaró que fue un encuentro muy positivo e insistió en que el diálogo debe ser la herramienta para resolver los problemas en Nicaragua.
“La violencia no logra el éxito… todos perdemos… Solamente con el diálogo podemos solucionar los problemas, tanto las autoridades, los gobernantes como los gobernados, todos debemos buscar el diálogo”, indicó Brenes.
Por su parte, el asesor presidencial Denis Moncada expresó que Almagro y su comitiva tuvieron una cena muy cordial con representantes del Gobierno de Nicaragua, aunque no entró en detalles sobre los temas que hablaron. “Él (Almagro), terminará su trabajo con una reunión con el mandatario Daniel Ortega”, sostuvo Moncada.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, tras su llegada a nuestro l país, escribió en su cuenta de twitter: “Mi agradecimiento a la Vicepresidenta electa de Nicaragua, Rosario Murillo por su calurosa bienvenida a Nicaragua”-