Racistas gringos piden contagiar a judíos, asiáticos, negros e hispanos

Daniel Bellaco

En Estados Unidos se están produciendo una gran cantidad de manifestaciones de personas armadas protestando contra el confinamiento por el coronavirus.

Solo en Michigan, estado que contabiliza al menos 1.700 muertes y 27.000 casos, un “ejército” de 4.000 militantes de extrema derecha se ha echado a las calles armado con subfusiles y armas de guerra bloqueando vías y protestando frente a las instituciones.

Los sujetos armadas acusan a las autoridades de despojarlos de sus derechos constitucionales. Sus gritos y lemas llegaron a las redes sociales, donde se firmaron peticiones exigiendo la renuncia de la gobernadora Gretchen Whitmer y se han unido en grupos de Facebook, curiosamente no eliminados, que promueven no acatar la orden.

En el estado de Kentucky, grupos de personas armadas se reunieron arriesgando sus vidas para protestar contra el cierre de negocios no esenciales para frenar la propagación del nuevo COVID-19.

Esta manifestación fue convocada justo cuando el gobernador Andy Beshear estaba dentro del edificio dando parte del número de nuevas muertes por coronavirus.

En Frankfurt, una docena de manifestantes se reunió fuera del edificio del capitolio para cargar contra Beshear, un demócrata, por el cierre de compañías para combatir el virus. “¡Queremos trabajar!” gritaban mientras mostraban carteles contra el comunismo.

«Si no están distanciados socialmente, están propagando el coronavirus, y eso es realmente preocupante», dijo el gobernador.

En Casper, Wyoming, grupos de personas se organizaron la semana pasada en un parque para protestar contra las medidas implementadas por el Ejecutivo estatal para frenar la propagación del coronavirus. A su vez, el grupo de Facebook llamado «ReOpen NC», vinculado a la extrema derecha, ha reunido a más de 21,000 personas desde su creación el martes pasado y están organizando una protesta este fin de semana.

A su vez se están dando protestas de este tipo de grupos en Maryland, Wisconsin, Pensilvania, Nueva York y Nueva Hampshire.

Para empeorar las cosas, según afirma en una nota el FBI, supremacistas blancos, están usando la crisis del COVID-19 para cargar contra las comunidades judías, negras e hispana, pero también contra los agentes de la policía.

Grupos de la ultraderecha estadounidense han hecho un llamamiento a sus militantes contagiados para que infecten con el coronavirus a las comunidades que consideran enemigas, contaminando los lugares públicos y de culto.

Entre los métodos usados por estos grupos, está también lanzar saliva vaporizada a agentes del FBI o a los policías mientras algunos grupúsculos llaman a organizar tiroteos o incendios, dejar objetos contaminados en lugares públicos como si fueran bombas víricas.

Fuente: digitalsevilla

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