Tribunal Electoral de Bolivia en calma pese a amenazas de la oposición

Jorge Petinaud |Prensa Latina

Con el inicio del empadronamiento masivo para los comicios generales de 2019, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia muestra hoy calma y control frente a las presiones y amenazas de una oposición que trata de descalificarlo.

“Así inauguramos hoy este empadronamiento masivo como una de las actividades de mayor importancia dentro de lo que es nuestro calendario electoral”, aseguró el 31 de mayo la presidenta del TSE, María Eugenia Choque, en rueda de prensa en la sede del Registro Cívico (Sereci) de esta ciudad.

En una jornada inaugural que incluyó videoconferencias con autoridades electorales de varios departamentos y provincias, esta agencia de noticias conoció que el registro biométrico estará a cargo del Sereci, hasta el 14 de julio.

Antes de responder diversas preguntas, Choque y otros representantes del órgano comicial explicaron que este proceso transcurre en todo el territorio nacional y en las representaciones diplomáticas y consulares del Estado Plurinacional en 33 países para facilitar el voto de los bolivianos residentes en el extranjero.

Deben empadronarse quienes cumplieron o cumplirán 18 años hasta el 20 de octubre, fecha en que los electores deberán votar por nueve binomios habilitados, incluido el que integran el mandatario Evo Morales y el vicepresidente Álvaro García Linera, dúo que encabeza las encuestas hasta el presente.

Igualmente, deben inscribirse los ciudadanos que hayan cambiado de domicilio para que se les asigne un recinto electoral.

Requisito fundamental para quedar registrado en el padrón es la presentación de la cédula de identidad original y vigente, mientras que en el extranjero los connacionales mostrarán esa cédula o el pasaporte, también vigente y original, se informó.

Mientras Choque respondía las preguntas de la prensa con la ecuanimidad que le caracteriza, el diario gubernamental Cambio informaba que un diputado de la alianza opositora Unidad Democrática, Eduardo Urquizu, aseguró que el candidato de esa agrupación, Oscar Ortiz, no reconocerá los resultados de las elecciones de octubre si resulta vencedor Evo Morales.

Esta amenaza da continuidad a una reunión celebrada por varios opositores y representantes de los comités cívicos celebrada el 24 de mayo en Santa Cruz, que aprobó un documento cuyo primer punto es la exigencia de la renuncia de los vocales del TSE, y amenazó con iniciar medidas de presión el 1 de junio.

“Como oposición, nosotros no vamos a reconocer un triunfo de Evo Morales, porque será un triunfo ilegal. El momento en que reviente el puchinchi (grano) no será en este momento, será en octubre, o cuando se posesionen”, advirtió Urquizu.

Esta decisión de desconocer un resultado desfavorable en las urnas es similar a la estrategia seguida por la oposición de Venezuela con el respaldo de Estados Unidos y gobiernos alineados con su política tras el triunfo electoral de Nicolás Maduro con un 67 por ciento de los votos en la justa del 20 de mayo de 2018.

La advertencia de Urquizu confirma que el documento aprobado por los opositores en Santa Cruz el 24 de mayo tiene el propósito de abonar el terreno para un posterior escenario “venezolano” en Bolivia.

Sobre ese particular, el concejal paceño del oficialista Movimiento al Socialismo Jorge Silva denunció este 30 de mayo que la oposición pide la renuncia de los vocales del TSE para dejarlo sin quórum, y de esa manera frustrar la realización de la justa programada para octubre.

Ante la prensa, Silva sostuvo que ese pedido es inviable pues “significa entorpecer la elección para octubre, no quieren las elecciones, lo que buscan es dejar sin quórum al Tribunal Electoral”.

El miembro del Concejo Municipal de La Paz añadió que ese pedido es inviable porque implica convocar a un proceso de selección de nuevos vocales en un paso que calificó de moroso.

Silva argumentó que el TSE, como órgano independiente, llevará adelante el calendario para las elecciones del 20 de octubre con transparencia en la administración de ese proceso que involucra a nueve partidos y alianzas habilitadas.

En opinión de Silva, el pedido de los opositores y cívicos refleja “miedo porque no tienen militantes y aún no resuelven pugnas internas en las listas de senadores y diputados”.

Lo cierto es que sin una propuesta de programa para el país y sin la capacidad de convocatoria ganada por Evo Morales con innegables éxitos por la estabilidad política, económica, social y el prestigio internacional logrado por Bolivia en 13 años de gobierno, la oposición no tiene otra opción que el irrespeto a la democracia que pregona.

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