Una “recluta” desenmascaró al narcoestafador

Mayra Dávila, exrecluta de Gerardo Sánchez Montalbán -a la derecha-, lo desenmascaró como estafador.

Si algo le hemos reconocido a Gerardo Sánchez Montalbán, alias “Voz Solidaria”, “comandante Roberto Palacio” y “Cindy Lauper”, entre otros apodos, es la capacidad que tiene para embaucar a incautos, muchos de ellos considerados “de leva”.

Pero las mentiras tienen las patas cortas, y es así que no han sido pocos los que se percataron del engaño y el robo a que eran sometidos y “se le voltearon” al narcoestafador y asesino confeso de la joven policía Aracely Marisol Díaz Salinas, de apenas 20 años.

Mayra Dávila, quien conspiraba según ella con un alto “comandante” de la nueva Contra, usaba los alias de “Rafaela Herrera y Lucía Andrades” para comunicarse con Gerardo Sánchez Montalbán.

Se sintió estafada

Sus nexos crecieron enormemente a través de sus intercambios virtuales sobre el presunto ejército de más de 12 mil hombres que tenía en las montañas de Nicaragua la Coordinadora Guerrillera Nicaragüense (CGN), que utiliza alias “Roberto Palacio” como fachada para estafar.

Dávila reacciono de forma virulenta al enterarse del engaño y la manera despectiva en que el falso guerrillero Sánchez Montalbán la trataba junto a otras reclutas, en sus conversaciones con uno de sus compinches identificado como Elvis Rodríguez, alias “Ilúvatar Gorthaur”.

El narcoestafador y asesino utilizaba a “Ilúvatar Gorthaur” para denigrar de la manera más fea a Mayra Dávila y otras féminas antisandinistas,  acusando además de traidores a todos aquellos que dudaban del “liderazgo” de “Voz Solidaria”.

Otros la apoyaron

Dávila tronó contra su jefe al descubrir el engaño de que estaba siendo objeto y fue secundada por otros reclutas, entre ellos Iván Roca y José Ramón Gutiérrez Martínez.

Hicieron planes para pedirle cuentas del dinero que “Voz Solidaria” recibió para presuntamente conspirar contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, y Gutiérrez dijo que tomaría providencias por si Gerardo Sánchez intentaba “silenciarlo”, es decir, “cerrarle el pico”, que en la jerga del estafador significa asesinarlo.

Esta es la denuncia de Mayra Dávila, dirigida a los seguidores del narcoestafador y asesino Gerardo Sánchez Montalbán:

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *