30 intoxicados por consumo de cloro tras palabras de Trump

El Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York recibió ayer viernes una treintena de llamadas relacionadas con la exposición a cloro, el desinfectante Lysol y otros productos de limpieza, poco después de las declaraciones del presidente Donald Trump en las que sugirió que la inyección de estos productos en vena podría ayudar a tratar el coronavirus.

De acuerdo con datos provistos a Efe, el departamento manejó por teléfono nueve casos por exposición al Lysol, diez relacionados con el cloro y once con otros productos de limpieza del hogar en un período de 18 horas antes de las tres de la tarde de este viernes.

La exposición de ideas no probadas e incluso descabelladas por parte del presidente Donald Trump para combatir el COVID-19 –como la de inyectar desinfectante a las personas- provocó revuelo el viernes entre funcionarios de salud de todas partes.

La situación también pone de relieve el singular enfoque del mandatario frente a la responsabilidad que conlleva hacer declaraciones desde la presidencia.

Trump admite sin tapujos que no es médico. Sin embargo, cuando la cifra de muertos por coronavirus rebasa los 50.000 en Estados Unidos, el mandatario continúa aprovechando el podio de la Casa Blanca para promover medicamentos no probados y presentar sus propias ideas de algún tratamiento mientras intenta proyectar optimismo.

«Él es como el miembro de la familia que no tiene una verdadera comprensión de la realidad, pero a pesar de eso está dispuesto a hablar con confianza», dijo Julian Zelizer, un historiador presidencial de la Universidad de Princeton.

Señaló que a Trump le agrada rebasar provocativamente los límites porque cree que eso gusta a sus simpatizantes políticos.

«Sin embargo, en este caso, se trata del presidente de Estados Unidos, y eso es peligroso», declaró Zelizer. Médicos y funcionarios de salud censuraron el viernes enérgicamente la actitud espontánea de Trump del día anterior, cuando preguntó si los desinfectantes podrían ser inyectados para combatir el COVID-19. También dio pie a que los fabricantes de populares desinfectantes comerciales emitieran advertencias.

«Debemos ser claros que bajo ninguna circunstancia nuestros productos desinfectantes deben ser administrados en el cuerpo humano (mediante inyección, ingestión u otra vía)», dijo en un comunicado la compañía matriz de Reckitt Benckiser, fabricante Lysol y Dettol.

«La lejía y otros desinfectantes no son apropiados para consumirlos o inyectarlos bajo ninguna circunstancia», declaró Clorox Co. La Casa Blanca dijo que la prensa tergiversó los comentarios del presidente y Trump afirmó que había hablado con sarcasmo. Sin embargo, una transcripción de sus declaraciones deja entrever lo contrario.

El jueves, Trump subrayó durante una conferencia de prensa que había investigaciones sobre el efecto de los desinfectantes en el virus y preguntó en voz alta si podrían ser inyectados a la gente. «¿Hay alguna manera de que podamos hacer algo así, mediante una inyección o casi una limpieza?», preguntó Trump. «Porque uno ve que llega a los pulmones y les causa terrible daño. Así que sería interesante ver eso».

No intenten eso en casa, advirtieron otros rápidamente. La oficina del Director de Salud Pública de Estados Unidos tuiteó un recordatorio a todos los estadounidenses: «Por favor siempre conversen con su proveedor de salud primero antes de administrarse cualquier tratamiento/medicamento a ustedes mismos o administrarlo a un ser querido».

Los demócratas reaccionaron de inmediato. «Es triste cuando se tiene que corregir al presidente de Estados Unidos en asuntos de ciencia y salud», dijo el alcalde de Nueva York, Bill De Blasio.

Algunos republicanos también. El senador de Indiana, Mike Braun, que hizo campaña como firme partidario de Trump en 2018, dijo que «a veces cuando no hay claridad para decir cosas, en especial cuando uno se encuentra a un alto nivel hacia donde la gente mira, posiblemente lo mejor sea no aventurarse en campos en los que uno no sabe mucho».

Trump, cuyas conferencias de prensa diaria duran a menudo 90 minutos o más, concluyó la del viernes al cabo de apenas 20 minutos y sin contestar preguntas. Hizo esto último después. Al parecer muchos estadounidenses están tomando las declaraciones de Trump como algo más que sarcástico.

Después de recibir más de 100 llamadas en un número telefónico especial, la Agencia para el Manejo de Emergencias en Maryland tuiteó la siguiente alerta: «Este es un recordatorio de que bajo ninguna circunstancia ningún producto desinfectante debe ser administrado en el cuerpo mediante inyección, ingestión u otra vía».

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