El grupo del PLI de Eduardo Montealegre otra vez dejó ver su incompetencia política total y resolvió, nuevamente, hacer uso de su ya acostumbrado antipatriotismo lastimero y vergonzoso, al recurrir a un organismo extranjero que nada tiene que ver en nuestro asuntos de nación, para poner “quejas” de que no les quieren cumplir con sus caprichos electoreros.
Como producto de su falta de respeto a Nicaragua y los nicaragüenses, estos disidentes de su patria, en su afán de llegar al poder con claras y funestas intenciones, han permitido que un grupo de extranjeros, que se hace llamar “Internacional Liberal” tenga el atrevimiento de exigir a la Organización de Estado Americanos (OEA) intervenir en asuntos internos de nuestro país.
En sus descaradas exigencias a la OEA, este grupito de “divos” metidos a la política, habla de finalizar con una manipulación electoral en el país, lo cierto es que si existe aquí manipulación electoral es la que hacen los partidos liberales en Nicaragua, quienes formulan llamados para actividades divorciadas de la política y terminan con vítores a partidos o coaliciones electoreras.
Irrespetan nuestra Constitución
Pero el atrevimiento llega a maximizarse cuando esa llamada “Internacional Liberal” despotrica, con la venia de sus desvergonzados protegidos, contra la Constitución Política de Nicaragua, juzgándola de violatoria a los conceptos que ellos tienen como “principios democráticos”, en un alarde de soberbia y total irrespeto a nuestra facultada Carta Magna.
En otro derroche de menosprecio a nuestras leyes, estos “iluminados del liberalismo” también despotricaron en contra de la Policía Nacional, algo en lo que lógicamente tuvo que ver Montealegre, pero lo que seguramente no les contó, fueron de los innumerables reconocimiento que esa institución ha recibido de diversos naciones y organismos del mundo por su ejemplar labor.
Como era de esperarse, Eduardo Montealegre, presidente del PLI; José Pallais, ex diputado liberal; y Miguel Rosales, candidato a vicepresidente por el PLC, celebraron su traición a la patria, igualmente gozaron los medios de comunicación de la derecha haciéndola pública sin en el menor escrúpulo ni vergüenza, algo que definitivamente no sorprende a nadie.