Buscan imponer formato de Nicaragua a Venezuela

A veces dicen que la venganza es dulce, y quizá esta sea una de las motivaciones para que el Pentágono y la CIA intenten suministrarnos la misma medicina que el chavistas le aplicó al puntofijismo bipartidista en aquellas enigmáticas elecciones de 1998.

 En Nicaragua, la ultraderecha, siguiendo instrucciones expresas del imperialismo, forzó al sandinismo a medirse en unas elecciones realizadas en condiciones desfavorables. Ahora, Washington, que varias veces ha fracasado en su intento de apoderarse de nuestro petróleo, esta vez esté planeando emboscarnos mediante el empleo de una guerra económica, cuyo objetivo ulterior es exacerbar los ánimos a través de una escasez inducida de bienes y servicios de primera necesidad.

O sea, si una vez el pueblo organizado logro alcanzar el poder mediante el ejercicio del voto, esta vez EEUU quiere vengarse sacándonos de circulación mediante un sufragio manipulado por el desabastecimiento.

Haciendo un poco de historia, recordemos que fue la CIA y el Pentágono quienes promovieron un ejército irregular formado por mercenarios, entonces conocidos como las Contras o Contra (acortamiento de contrarrevolucionarios o contrarrevolución, también autodenominado Resistencia Nicaragüense).

Se dice que esta guerra intestina en la mencionada nación centroamericana, llegó a considerarse uno de los más contundentes conflictos de la llamada Guerra Fría. En tal sentido, el presidente de EEUU, Ronald Reagan, en un intento desesperado por justificar su grosera injerencia, afirmaba «que Nicaragua era un campo de batalla junto con otras regiones del mundo, por lo que su gobierno proporcionó armas y asesoramiento», utilizando el territorio de la Republica de Honduras, como centro de operaciones para reclutar y entrenar criminales a sueldo.

Como principal cabecilla de estas bandas armadas va a estar el coronel Enrique Bermúdez, quien tenía contacto con la administración Reagan, y además acusado de estar vinculado al tráfico de cocaína. Esta relación quedó probada por la Corte Internacional de Justicia en 1984, revelando que el gobierno de Estados Unidos entrenaba, armaba, financiaba y abastecía a los Contras, principalmente a través de la Agencia Central de Inteligencia (CIA). Precisamente, el escándalo Irán-Contras se desató debido a que EEUU. vendía armas a Irán para financiar a la Contra.

Durante todo el periodo que abarcó la lucha armada, el grupo irregular cometió un largo historial de crímenes de guerra y de lesa humanidad contra el pueblo nicaragüense, tales como torturas ,ejecuciones, quema y envenenamiento de cosechas, reclutamiento forzoso ,violencia sexual , y destrucción de infraestructura civil.

Cabe destacar que en el tema de la tortura, los contras recibían asesoramiento de personal calificado de la C.I.A, al igual que en cárceles clandestinas pertenecientes a aquellos regímenes dictatoriales a los que Estados Unidos apoyó en todo el transcurso de la guerra fría. Cabe reseñar que sus armamentos sofisticados provenían generalmente de EEUU y también del mercado negro. Fue así como la Contra dispuso de Misiles antiaéreos «Red Eyes»; Granadas de coheteras de 122mm; ametralladores 14.5 mm; morteros81mm y de 82mm; escopetas lanzagranadas M79; ametralladoras calibre 50mm; Barrett M82 (calibre50); y fusil de francotirador Dragonov (SVD).

Acusados de manera injusta de ser la causa de la guerra, al final el sandinismo no le quedó otra que aceptar ir a unos comicios en circunstancias que favorecerían a la ultraderecha nicaragüense. Y fue así, como mediante la sucia campaña mediática, Violeta Barrios, más conocida como Violeta Chamorro, pudo obtener una ligera ventaja electoral que no tardó en generar frustración en la población, pues transcurrido el tiempo los nicaragüenses descubrieron que habían pisado la concha de mango que les colocó el imperialismo norteamericano.

Chamorro, viuda del periodista Pedro Joaquín Chamorro, había formado parte de la junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional después del triunfo de la Revolución Sandinista, como miembro independiente durante el primer año de gobierno revolucionario.

En 1990 encabezo la coalición UNO, Unión Nacional Opositora, en la que hicieron causa común, bajo la tutela de EEUU., la mayoría de partidos opositores al FSLN. Tras el triunfo de la UNO en las elecciones de febrero Violeta Chamorro ocupó la Presidencia de Nicaragua hasta las elecciones de 1997. Luego vendrían los periodos de Amoldo Alemán y Enrique Bolaños, todos títeres de Washington, el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

A diferencia de Nicaragua, donde se habló que la causa de la guerra era el sandinismo, esta vez en Venezuela la oligarquía parasitaria intenta imponer una tramposa matriz de opinión, según la cual la crisis de escasez es consecuencia de las políticas erráticas de la revolución bolivariana, advirtiendo además que si regresaran al poder los partidos tradicionales, entonces mágicamente abundarían los más variados productos en los anaqueles. Y nada más incierto que esa aberración, pues nunca como ahora el pueblo había mejorado su calidad de vida en nuestra historia contemporánea.

De manera pues que debe quedar claro que estas elecciones parlamentarias serán encarnizadas, y que explotadores y explotados esta vez se disputarán las puertas del cielo. Menos mal existe una férrea conciencia patriótica, por lo que pensar en ese oprobioso pasado, a cualquiera le ocasionaría una terrible pesadilla.

 

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