Una vez que expuso ante sus subordinados las acusaciones que le hacía Norman Caldera Cardenal, y que lo dejara callado con la amenaza de denunciarlo ante Dan Fisk, el director de operaciones del Instituto Republicano Internacional (IRI), uno de sus financiadores, Manuel Orozco se sintió con las manos más libres para seguir con los planes que le había encomendado el gobierno gringo para destruir a Nicaragua.
No hubo ninguna voz de apoyo a Caldera Cardenal. Ni siquiera para defender a sus tranqueros asesinos, a los que Orozco aludió despectivamente indicando que usaban esa acción como trofeo para alegar que merecían más cuotas de decisión en lo que se gestaba contra el sandinismo y su dirigencia.
Los planes de los asesinos del pueblo
Así es que el 22 de abril de 2021 por el chat privado del Grupo de Trabajo sobre Nicaragua, Manuel Orozco orienta la agenda de la próxima reunión virtual -ignorando los delitos que habían cometido posterior a 2018-, con la siguiente temática:
– José Bernard Pallais Arana, abordaría acerca de la resolución de la OEA y la respuesta del gobierno de Nicaragua.
– José Adán Aguerrí Chamorro, el contexto político nicaragüense a 7 meses de las elecciones nacionales.
– Juan Sebastián Chamorro García, la respuesta de los líderes y bloques opositores en el contexto actual.
Se veían acorralando al sandinismo
Violeta Granera Padilla, haría las recomendaciones, entre ellas las siguientes:
• Es importante que el grupo de trabajo de la OEA actualice los estados miembros antes de mayo del 2021, y que proponga permitir una visita oficial del grupo de trabajo a Nicaragua antes de junio del 2021.
• Que el Secretario General convoque a reunión al Consejo Supremo Electoral para agilizar el trabajo de observación y cualquier otro apoyo técnico relacionado con el proceso electoral y que si observan fraude, que estén preparados para no reconocer los resultados. No obstante, se mostraron escépticos ante la posibilidad de que una delegación de la OEA pudiera llegar al país.
• Que los líderes y bloques opositores exijan que la resolución de la OEA sea acatada por el Gobierno de Nicaragua y que al menos dé lugar a que se proteja el derecho al voto, se permita el proselitismo y exista observación electoral.
Está claro que sin importar lo que hiciera el gobierno del presidente Daniel Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo, jamás aceptarían un resultado adverso, ya que la decisión de derrocar al gobierno revolucionario estaba tomada desde Washington.
Felicidad en la EMBUSA
El 22 de abril de 2021, Manuel Orozco, en comunicación bilateral vía WatsApp con directivos de la Coalición Nacional Opositora y de la Alianza Ciudadana, plantea que en la Embajada Norteamericana estaban felices por la firma del documento “Pronunciamiento Conjunto exigiendo una reforma electoral para elecciones libres y justas”, porque serviría para proyectarlo como un punto de partida de la unidad opositora.
Este documento fue trabajado por Violeta Granera Padilla, José Adán Aguerri, Jesús Teffel Amador y Tamara Dávila Rivas.
Al día siguiente, por la misma vía, Orozco reafirma que “la coordinación o mensaje que se esté dando desde afuera sobre lo que acontece en el país y el rol de la oposición, debe coincidir con lo que se está tratando de hacer desde adentro, especialmente la Coalición Nacional Opositora, la Alianza Ciudadana y el grupo de 10 precandidatos presidenciales, -y, por supuesto-, que lo que están haciendo con la Embajada y la USAID debe ser también en la misma dirección”.
Otro handicap
El 30 de abril de 2021, Manuel Orozco no amaneció precisamente tranquilo, pero aun así crea el grupo de WatsApp “Reunión mayo 3”. Hay malas noticias y les cuenta que la situación para la OEA está muy difícil porque algunos miembros no están dispuestos a apoyar otra resolución, por lo que estaban buscando alternativas, ordenándoles que en ese interés se reunieran virtualmente el 3 de mayo de ese año con los embajadores en la OEA de Estados Unidos, Canadá, Argentina, Costa Rica y Chile, con la siguiente agenda:
– José Adán Aguerrí Chamorro abordaría el contexto político nicaragüense a 7 meses de las elecciones nacionales.
– Juan Sebastián Chamorro García, la respuesta de los líderes y bloques opositores en el contexto actual.
– Félix Alejandro Maradiaga Blandón, recomendaciones al grupo de trabajo.
Esa reunión al final se realizó, con la presencia de los embajadores de Canadá, Estados Unidos y Costa Rica, pero sin resultados significativos.
Declararían fraude electoral
El 17 de mayo de 2021, el jefe de los golpistas, vía WatsApp, confirma que, en el viaje de Violeta Granera Padilla a EE.UU., del 1 al 23 de mayo de 2021, él y Salvador Stadthagen la atendieron personalmente y le concertaron algunas reuniones con representantes del IRI, NDI, NED y del Congreso Norteamericano, ante quienes comenzó a hablar de un posible fraude electoral en noviembre de 2021 y gestionó fondos para la campaña por la unidad de la oposición.
Es relevante que Manuel Orozco recomendó a Granera que “debía saber el mensaje que daría a los gringos, porque una cosa que detestan es oír chismes de culpa”.
El 21 de mayo de 2021, en Estados Unidos Violeta Granera Padilla y otros miembros de la Coalición Nacional y Alianza Ciudadana participaron en reunión virtual con funcionarios del Departamento de Estado, la que fue concertada por el ONG norteamericano “Servicio Judío Americano” a través de la nicaragüense Lottie Cunnigham Wren, del ONG CEDJUCAN, contraparte del “Servicio Judío Americano” en Nicaragua. El objetivo: dar continuidad al tema de la unidad que ya en reuniones anteriores habían iniciado con el Departamento de Estado norteamericano.
Ese mismo día, Manuel Orozco, en reunión virtual en la que participaron Azahálea Solís Román, Alexa Zamora, Félix Maradiaga Blandón, Juan Sebastián Chamorro García, Tamara Dávila Rivas y Violeta Granera Padilla, presentó el documento “Memorándum- Encuentro con tomadores de decisión USA”, que en buena parte fue elaborado por Félix Maradiaga y que tenía como objetivo actualizar información sobre el estado de los procesos en Nicaragua y perspectivas de la nueva administración.
Borregos de Estados Unidos
Además, solicitar medidas de presión contra el Gobierno sobre condiciones que USA exigía para las elecciones. Este documento, que fue estudiado y reproducido hasta niveles intermedios por la Alianza Cívica y la Coalición Nacional Opositora, contenía las siguientes metas a alcanzar y acciones a realizar:
1. Situación de Derechos Humanos en Nicaragua.
Desafíos Pendientes: Lograr condiciones habilitantes para un proceso electoral en el que se pueda luchar por el respeto al voto, entre ellas liberación de las presas y presos políticos, el cese de la represión y el regreso seguro del exilio, con la presencia de organismos internacionales de DDHH, y mejorar la comunicación política para la defensa de los derechos humanos y la empatía con los problemas cotidianos de la población.
2. Avances en la preparación frente al desafío electoral.
Proceso Electoral:
Es importante que la comunidad internacional presione al Gobierno a que se comprometa a cumplir con los estándares internacionales de garantía de elecciones libres y competitivas. Esta presión tiene que ejercerse en el cumplimiento de la resolución de la OEA, y en particular en tres temas claves:
a) El compromiso político de garantizar la seguridad de los nicaragüenses al ir a votar en las juntas receptoras de voto. El apoyo exclusivo de la presencia del Ejército de Nicaragua para asegurar que el electorado pueda participar en su derecho al voto sin temor a la intimidación o impedimento por fuerzas extra gubernamentales.
La garantía explicita de permitir que los partidos políticos realicen el ejercicio de proselitismo político dentro del marco estipulado por la Ley, que sus candidatos recorran el país presentando su oferta electoral, que el cumplimiento legal ante la Ley Electoral no sea viciado por tortuguismo burocrático del CSE, intimidación por fuerzas policiales o extrajudiciales y que los ciudadanos puedan participar cívicamente en los eventos de campaña electoral.
b) La participación de la observación internacional es de vital importancia por su rol de garantía para que el gobierno respeto el estado de derecho.
El titiritero en acción
Es importante que Estados Unidos adopte una estrategia hacia Nicaragua:
– La diplomacia multilateral proactiva ante la OEA y los países latinoamericanos. El “engagement” (compromiso) con los países centroamericanos y cambiar la pasividad del SICA.
– La oferta de asistencia para el proceso democrático y de recuperación económica frente a la pandemia (pidiendo reformas y garantías justas frente a la Ley de Agentes Extranjeros y de asociaciones). Que dé señales de cooperar post- elecciones, siempre y cuando se cumpla con compromisos políticos señalados.
– El nombramiento de un enviado especial para Nicaragua que trabaje regionalmente y con otros grupos internacionales para movilizar la presión internacional. Una mejor coordinación con los países europeos para realizar presiones conjuntas.
¿Queda claro? Los títeres locales y foráneos movidos a su antojo por el titiritero imperial. Todos los hilos manejados de manera coordinada en contra de las aspiraciones libertarias de un pequeño país que se aferra a su autodeterminación, a la paz y al progreso.