Maduro: “El imperialismo es el responsable de la ira de los pueblos”

Jorge Pérez Cruz | Granma

«Nosotros en el mundo somos la vanguardia del nuevo modelo que la humanidad va a construir para superar el capitalismo salvaje y neoliberal», enfatizó el presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moro, en la clausura del Encuentro Mundial contra el Imperialismo, que durante tres días sesionó en esta capital.

«Nosotros no somos antinorteamericanos, somos antimperialistas, antiguerreristas, antimilitaristas…», remarcó el mandatario y ese fue el sentimiento que dominó todas las sesiones de este evento que reunió a más de 400 delegados nacionales y extranjeros procedentes de 72 países de los cinco continentes, quienes culparon al neoliberalismo de la ira de los pueblos.

Durante tres días, los asistentes instalaron 72 mesas temáticas y sectoriales, con el objetivo de articular estrategias de acción contra las prácticas fascistas, con las cuales el gobierno norteamericano y sus lacayos pretenden globalizar un sistema económico que niega a las grandes mayorías el disfrute pleno de sus más elementales derechos humanos.

La declaración final, aprobada por los asistentes advierte que «el futuro de la humanidad está en grave peligro» y «la paz en el planeta se encuentra seriamente amenazada como resultado de la política de agresiones militares de los EE.UU y califica a la guerra como «el mecanismo predilecto del expansionismo imperial (…) y eso lo observamos dramáticamente en los más recientes conflictos regionales que han afectado gravemente a los pueblos de Siria, Irak, Libia, Afganistán y a toda la región».

El documento acuña que «el desarrollo del capitalismo engendra fenómenos insostenibles desde el punto de vista social, político y ético…», y llama a luchar contra esos, y otros males, generados por esas políticas de exclusión, de saqueo de recursos naturales, de expoliación, de desigual distribución de las riquezas.

También denuncia que «para preservar el injusto orden internacional actual, el imperialismo violenta el derecho internacional público, ha convertido al mundo en un gran teatro de operaciones militares, desarrolla medidas coercitivas unilaterales, impone leyes de carácter extraterritorial, ataca el multilateralismo, vulnera la soberanía de las naciones y suprime la autodeterminación de los pueblos. En su arrogante concepción, sus fronteras llegan hasta donde se extienden sus intereses expansionistas».

Reconoce que «en consonancia con esta política, el imperialismo recurre a la intervención militar, a la desestabilización política de los gobiernos, a las guerras y bloqueo económicos» y ante esa coyuntura exhorta a todos los pueblos del mundo «a luchar por la defensa de la vida, la preservación de la naturaleza y aunar voluntades por superar las condiciones estructurales que generan el cambio climático».

Los asistentes aceptaron acompañar «la demanda de construir un orden internacional más justo, que coloque en primer plano los intereses de los pueblos y permita desarrollar políticas de inclusión y de justicia social para superar las gigantescas desigualdades sociales y económicas que imperan entre las naciones desarrolladas y subdesarrolladas, así como en el seno de las naciones».

En su declaración final, el encuentro exige «respeto a la soberanía de la República Bolivariana de Venezuela, Cuba y Nicaragua» y ratifica el decidido respaldo a los esfuerzos de sus legítimos gobiernos por mantener la paz sobre la base de la independencia y la democracia.

El Encuentro adoptó entre otros acuerdos conformar plataformas unitarias continentales, regionales y sub-regionales articuladas entorno a un plan de lucha común contra el imperialismo.

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