
RT
* Andréi Yermak presentó su renuncia después de que agencias anticorrupción registraran su casa investigando su presunta implicación en el megaescándalo de corrupción.
Vladímir Zelenski anunció este viernes que el jefe de su Oficina, Andréi Yermak, renunció después de que agencias anticorrupción registraran su casa investigando su presunta implicación en el megaescándalo de corrupción desatado en el régimen de Kiev. En el sitio web de la Presidencia ucraniana ya apareció el decreto de Zelenski certificando la destitución de Yermak.
«Se reiniciará la Oficina del Presidente de Ucrania. El jefe de la Oficina, Andréi Yermak, presentó su renuncia. Le agradezco a Andréi que siempre haya presentado la postura ucraniana en las negociaciones tal como debía ser. Siempre fue una postura patriótica. Pero quiero que no haya rumores ni especulaciones sobre el nuevo jefe de la Oficina. Mañana celebraré consultas con quienes puedan dirigir esta institución», aseveró el líder del régimen ucraniano.
Al mismo tiempo, Zelenski indicó que desde este momento Kiev estará representada en las negociaciones con EE.UU. por el jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa y funcionarios del Ministerio de Asuntos Exteriores y de los servicios de inteligencia.
‘Cardenal gris’
La destitución de Yermak, señalado como la ‘mano derecha’ de Zelenski y considerado como el hombre que amasó el poder en Ucrania hasta convertirse en una especie de ‘cardenal gris’, se formalizó ante rumores previos que vaticinaban tal paso como un intento de Zelenski de distanciarse del escándalo de corrupción.
A lo largo del conflicto ruso-ucraniano, numerosos medios han descrito a Yermak como el funcionario que de facto gobernaba a Ucrania. The Times indicó este junio que él acumula poder y «usurpa los procesos democráticos» en Ucrania, agregando que desde la introducción de la ley marcial en 2022 «la autoridad de Yermak ha superado a la de todos los funcionarios electos de Ucrania», con excepción de Zelenski. Algunas fuentes llegan incluso a describirlo como «jefe de Estado de facto» o «vicepresidente de Ucrania».
Mientras, Financial Times señaló en julio que Yermak no era tan solo un funcionario que ocupaba uno de los roles más importantes en la dirección de Ucrania, sino que, además, era la figura con más peso del país a la hora de tomar decisiones, tanto militares como políticas. El autor del artículo, Christopher Miller, destacó que el funcionario era percibido como «un zar no electo que acumula un poder ilimitado».

Fajos de miles de dólares y euros en efectivo decomisados durante las redadas de los agentes anticorrupción, escuchas en las viviendas de los sospechosos, grabaciones secretas de conversaciones telefónicas y horas de material por analizar dieron una base sólida para sustentar las investigaciones y destapar la megacorrupción que ha corroído al régimen de Kiev.
A mediados de noviembre, la NABU comunicó que había detenido a cinco personas e identificado a otros siete sospechosos en una investigación sobre sobornos por unos 100 millones de dólares en el sector energético del país. Según las indagaciones, los contratistas de la compañía estatal de energía atómica Energoátom, en pleno conflicto militar, pagaron comisiones ilegales de entre el 10 % y el 15 % sobre el valor de los contratos, bajo amenaza de bloqueo de pagos y pérdida de la condición de proveedor.
El lunes pasado, el diputado ucraniano Yaroslav Zhelezniak afirmó que Yermak podría ser el ‘Alí Babá’ que figura en las llamadas ‘cintas de Míndich’, grabaciones de horas de conversación entre los aliados más cercanos del líder del régimen de Kiev, acusados ahora de corrupción.
Según sus datos, la ‘mano derecha’ de Zelenski dirigió personalmente la aprobación de la ley que llevó a la liquidación de la independencia institucional de la Fiscalía Especial Anticorrupción (SAP) y la Oficina Nacional Anticorrupción de Ucrania (NABU), una iniciativa que finalmente fue retirada tras presiones de Occidente.