* Militar retirada de Estados Unidos señala que su país es incapaz de librar una guerra de dos frentes contra ambas potencias. La población norteamericana envejece recordando días mejores y el imperio que cree ser todavía el dueño del mundo, se convierte por sus armas nucleares en “una nueva Corea del Norte, a la que hay que contener y complacer, pero no temer realmente», precisa.
La teniente coronel retirada de la Fuerza Aérea estadounidense Karen Kwiatkowski, en una entrevista a Sputnik, afirmó que el gobierno de su país es incapaz de luchar una guerra de dos frentes dada su debilidad política, financiera y militar. De acuerdo a la exuniformada, Estados Unidos no se ha sabido adaptar a un nuevo orden mundial que ya no es más unipolar, aunque sigue comportándose como si fuese el único actor de peso en el tablero global, lo que explica sus hostilidades tanto hacia Rusia como con China.
«A medida que las relaciones entre varios países se expanden y los antiguos enemigos pueden enfocarse en una amistad futura, como vemos con las iniciativas lideradas por China entre Irán y Arabia Saudí, se debilita y posiblemente se eliminan las bases de la proyección del poder de EEUU», dijo la exanalista del Departamento de Defensa estadounidense.
Además, afirmó que el liderazgo de su país está envejecido. «El liderazgo político en Washington está actualmente envejecido y débil, no se confía en él y se enfrenta a una temporada electoral que consumirá la mayor parte de la energía que le queda».
En ese sentido, Kwiatkowski minimizó el impacto que el suministro de armas por parte de Estados Unidos al régimen de Kiev pueda tener en el transcurso del conflicto, aunque observa que la «defensa» por parte norteamericana de sus intereses es en realidad una ofensiva global.
«Las armas de gama alta prometidas a Ucrania son en realidad pequeñas en cantidad, degradadas en capacidad (por temor a la captura rusa) y su entrega se ha retrasado por meses y años», señaló la egresada de Harvard.
Y si bien apuntó a que la situación de Taiwán es distinta a la de Ucrania, ya que ambos países se encuentran en una situación política, económica y geográfica muy distinta, Kwiatkowski asegura que si Estados Unidos quisiera reforzar su suministro de armas a la isla rebelde china como lo hiciera con Kiev «simplemente no respondería ni sería decisivo, y sería algo inútil, en un nivel práctico».
Consultada sobre el significado de las implicancias para Occidente de la cada vez mayor colaboración entre los Ejércitos de Rusia y China, Kwiatkowski dijo que el fortalecimiento de los lazos bilaterales representan la maduración de la relación entre estos países, sus deseos de ser buenos vecinos y de resolver las diferencias por medios diplomáticos en lugar de sanciones económicas o incursiones militares.
«Antes de que Estados Unidos se hiciera conocido por interferir en las elecciones de antiguos aliados, sancionarlos y destruir su infraestructura energética, nuestro compromiso con el entrenamiento militar conjunto con otros miembros de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) significaba lo mismo», aseguró.
«Estos crecientes lazos chino-rusos me dicen que Occidente no está prosperando, y también está en un lugar diferente en la trayectoria histórica: un lado está creciendo en paz y prosperidad, con poblaciones dinámicas que buscan un futuro mejor, y el otro lado está colapsando, con poblaciones que envejecen recordando días mejores”.
En ese sentido, la experta afirmó que mientras la libertad crece tanto en China como en Rusia, se reduce en Occidente. «No es solo una alianza entre Rusia y China, lo que es peligroso para el viejo sistema, es la sólida toma de conciencia en todo el mundo de que la agresión estadounidense y su ofensiva global no vale el alto precio para ellos y sus sueños, y debe ser puesta en una caja», afirma.
Kwiatkowski, quien señala además el sesgo antirruso y antichina de las elites de Washington, dice que estos países se estén uniendo no como resultado de agravios compartidos —como afirmó Zbigniew Brzezinski, exconsejero de seguridad nacional de Jimmy Carter— sino por los beneficios económicos y de seguridad que la relación traerá aparejada.
«Ambos países han atravesado cambios masivos en el período posterior a la Segunda Guerra Mundial, mucho más que la política y la cultura de EEUU durante el mismo periodo, y ambos países buscan un futuro dinámico y próspero que se verá favorecido por las buenas relaciones», sentenció.
Para la exanalista del Departamento de Defensa, los líderes de Rusia y China ya ven a los Estados Unidos «más como una molestia que como una amenaza», ya que, apunta, evalúan correctamente la debilidad política, financiera y militar del país norteamericano.
«De todas formas», concluye Kwiatkowski, «Estados Unidos tiene armas nucleares y un gobierno hostil. Quizá nos estamos convirtiendo en una nueva Corea del Norte, a la que hay que contener y complacer, pero no temer realmente».
Fuente: Sputnik