USA no podrá detener renacimiento de China

Cuando el ministro de Relaciones Exteriores de China, Qin Gang, habló sobre la política exterior de China y las relaciones con otros países en una conferencia de prensa en la Primera Sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional, dedicó un espacio considerable a las relaciones con Estados Unidos.

Dijo: «La contención y la supresión no harán grande a Estados Unidos, y mucho menos detendrán la marcha de China hacia el renacimiento». La afirmación está acorde con la práctica de las relaciones internacionales chinas actuales, y el país asiático se lo está haciendo entender a los responsables políticos estadounidenses.

En la actualidad, Estados Unidos está aumentando su competencia estratégica con China, lo que ha hecho que este último responda con un giro en la estrategia diplomática hacia Washington.

Los gobernantes estadounidenses carecen de espíritu de autorreflexión y sólo buscan en el exterior las razones de sus tropiezos. Como China es socialmente estable, con la tasa de crecimiento del PIB más rápida del mundo y una brecha económica cada vez menor con Estados Unidos, crece la sensación de ansiedad y aversión hacia el país asiático, posicionándose como el «desafío» más serio a largo plazo desde el punto de vista de Washington.

Desde la administración de Donald Trump, Estados Unidos ha introducido varias medidas económicas para contener y suprimir a China, diciendo que no buscan una nueva Guerra Fría, cuando en realidad las relaciones entre Washington y Pekín no están lejos de una nueva Guerra Fría. También ha intensificado su ofensiva contra el desarrollo de alta tecnología china.

Sumado a lo anterior está la «Estrategia del Indo-Pacífico». Después de que estalló el conflicto ruso-ucraniano, Estados Unidos aceleró el proceso de la OTANización de lo que llama el «Indo-Pacífico». En la reunión del Diálogo de Shangri-La en junio de 2022, los ministros de defensa de Gran Bretaña, Francia y otros países europeos dijeron que se involucrarían más en los asuntos de esa región.

Los líderes de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda fueron invitados a participar en la cumbre de la OTAN por primera vez, con el fin de «iniciar una hoja de ruta para expandir la cooperación entre la OTAN y sus socios de Asia-Pacífico, asegurando consultas políticas más estrechas y cooperación en temas de interés mutuo».
En el tema del Estrecho de Taiwán, el comportamiento provocador de Estados Unidos de usar a Taiwán como pivote desestabilizador de China ha llevado a una importante escalada de la situación, especialmente en agosto de 2022, cuando la presidenta del Congreso estadounidense, Nancy Pelosi, visitó Taiwán y el ejército estadounidense realizó actividades militares en el Estrecho de Taiwán y el Mar de China Meridional al mismo tiempo.

Actualmente, Estados Unidos, con el apoyo de Japón, Australia y otros países, manipula la opinión pública internacional, promocionando una especie de «Ucrania hoy, Taiwán mañana», tratando de que más países se unan a esa intimidación.

Las acciones de Estados Unidos no pueden detener a China

Tras décadas de globalización, el mundo ha visto desarrollarse una división internacional del trabajo muy dependiente de la cadena industrial china, que se ha convertido en el mayor socio comercial de más de 120 países, mientras que las economías estadounidense y china se hicieron muy interdependientes.

De hecho, aunque todavía no se han levantado los aranceles impuestos por la administración Trump a los productos chinos, el comercio bilateral entre Washington y Pekín sigue aumentando, pasando de más de 500 mil millones de dólares en 2016, antes de la guerra comercial, a más de 690 mil millones de dólares en 2022. Por otro lado, un informe de Brookings Institution, uno de los principales grupos de investigación estadounidense, muestra que la retórica de desacoplamiento de China no es realista y que muchos socios no los seguirían en ese camino. El país asiático tiene la ventaja de contar con mejor logística, capital humano y conocimientos técnicos que muchos otros países.

En los últimos años, la guerra de los chips ha animado a China a ser autosuficiente en sus tecnologías básicas. Además, las «sanciones» están afectando negativamente a las propias empresas estadounidenses. Según un análisis del Boston Consulting Group, reseñado por la agencia de noticias Xinhua, «las empresas estadounidenses podrían perder 18 puntos porcentuales de participación mundial y 37 por ciento de sus ingresos en el mismo período si Estados Unidos prohíbe completamente a las empresas de semiconductores vender a clientes chinos».

La utilidad práctica de la «estrategia Indo-Pacífico» es también muy cuestionable. Los países de Asia-Pacífico detectan que Estados Unidos está actuando sin pensar y no quieren tomar bando ni que aumenten las tensiones regionales. La Iniciativa de la Franja y la Ruta, tras 10 años desde su despliegue, ha aportado cada vez más beneficios prácticos a los países participantes, lo que ha fijado una posición más inclinada hacia las relaciones estables con China.

Muchos de los aliados de Estados Unidos también dependen profundamente de la economía china. Informes del tanque de pensamiento económico Bruegel, publicados entre 2021 y 2022, identifican 137 productos de los que la Unión Europea es altamente dependiente de importaciones, sobre todo chinas. «La creciente concentración de fuentes de importación para muchos productos se debe al auge de China», apunta Bruegel.

El gobierno chino se dispone a reanudar en 2023 un desarrollo a gran velocidad: la Asamblea Popular Nacional en curso, fija el crecimiento del PIB en un 5% este año y algunas organizaciones internacionales y agencias de calificación hacen previsiones más optimistas.

Qué cambiará en la política exterior china con el tercer mandato de Xi Jinping

Xi Jinping se convirtió en el primer presidente chino en la historia en ser reelegido para un tercer mandato de cinco años. Los diputados de la Asamblea Popular Nacional de China votaron unánimemente a favor de su candidatura el 10 de marzo, recibió 2 mil 952 votos. La restricción según la cual el presidente de la República Popular China podía ocupar el cargo solo por dos mandatos, fue cancelada en China en 2018.

Después de prestar juramento, el primer mandatario señaló, entre otras cosas, que quería fortalecer el ejército de China convirtiéndolo en un «gran muro de acero». Días antes, en una reunión con miembros de la Alianza Democrática para la Mejora de Hong Kong y la Federación de Industria y Comercio de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino (CCPPC), Xi dijo:

«El entorno exterior de China para el desarrollo ha cambiado rápidamente y el número de incertidumbres y factores impredecibles ha aumentado significativamente, sobre todo porque los países occidentales, encabezados por Estados Unidos, nos han impuesto una contención, un asedio y una represión totales, lo que ha supuesto retos graves y sin precedentes para el desarrollo de mi país».

Medios y analistas observaron que era la primera vez que Xi Jinping criticaba por su nombre a «los países occidentales liderados por Estados Unidos» en una ocasión pública, afirmando que su «contención, asedio y represión totales» constituían un desafío «sin precedentes» y grave para el desarrollo de China.

Recientemente, Qin Gang asumió como el 12° Ministro de Relaciones Exteriores de China, reemplazando a Wang Yi, quien pasó a un puesto importante como miembro del Politburó del Partido Comunista de China. Gang fue embajador en Estados Unidos desde julio de 2021. Previo a eso, desde septiembre de 2018, se desempeñó como viceministro de Relaciones Exteriores de China.

El diplomático está asumiendo una cancillería que hace poco publicó un documento con declaraciones extraordinarias sobre Estados Unidos, en el que se exponen los peligros de la hegemonía estadounidense.

Como se mencionó al principio de esta publicación, el canciller chino, durante una rueda de prensa el 7 de marzo, declaró que Estados Unidos ha perdido por completo el sentido común con su política destructiva hacia China. Qin Gang comparó a los dos países con practicantes de atletismo compitiendo en los Juegos Olímpicos, en los que un atleta intenta constantemente poner la zancadilla a su rival e incluso lesionarle para ganar. Esto no es una competición justa, sino un enfrentamiento despiadado y una violación de las normas.

Según Qin, la retórica estadounidense de «poner vallas protectoras» y «evitar el conflicto» tiene en realidad como objetivo que China no contraataque y no responda a los insultos. «Sin embargo, ¡eso no va a ocurrir!», afirmó.

Este tipo de declaraciones son bastante inusuales en la retórica diplomática china, y evidencian que la relación entre China y Estados Unidos ha entrado en una nueva fase, más intensa y confrontativa. Vemos que, del lado de Pekín, si bien no se han desprendido por completo de la propuesta de normalizar las relaciones, entienden que el conflicto continuará, lo que los hace adoptar una postura más afilada y reactiva al momento de enfrentarse a Washington.

El tercer mandato de Xi Jinping al frente de la República Popular China, se distingue de los anteriores en la consolidación del poder en su liderazgo. Esto se nota, en particular, en la composición del Comité Permanente del Politburó del Comité Central del Partido Comunista de China, que ahora está completamente alineado a las iniciativas del jefe de Estado. Teniendo en cuenta que dichas iniciativas apuntan hacia la construcción del socialismo con características chinas, está claro que el gobierno pondrá todo su esfuerzo en resolver los desafíos y obstáculos que se presenten en el camino.

Considerando la buena salud que conserva China en este mundo desglobalizado y en crisis, intentar contenerla y reprimirla no le traerá buenos réditos a Estados Unidos.

Fuente: Misión Verdad

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