Sismólogos predicen potentes réplicas de los terremotos en California

La secuencia de terremotos en el sur del estado estadounidense marcó el final de un período de baja intensidad sísmica de 20 años.

Desde el 4 de julio el sur de California ha sido sacudido por tres fuertes sismos de 6,45,4 y 7,1, unas magnitudes que batieron récords de más de dos décadas. En opinión de la sismóloga Lucy Jones, del Instituto de Tecnología de California, lejos de aminorar, esta cadena de temblores se prolongará.

«Un [temblor de] magnitud 7 generalmente tiene réplicas que duran años«, dijo a Los Angeles Times la científica, que alerta de que los fuertes temblores consecutivos podrían producirse ya dentro de varios días.

«Existe una probabilidad entre diez de que tengamos otro [terremoto de] 7 [la próxima semana] […] Sería extremadamente inusual que no tuviéramos otro de 5″, comentó a Los Angeles Times sus cálculos.

Además, Jones indicó que la probabilidad de un nuevo sismo de magnitud 6 supera el 50%.

«Es claramente una secuencia muy energética, así que no hay razón para pensar que no podemos tener más grandes terremotos», advirtió la científica.

Dada la tensión tectónica de la región, los sismos de magnitud 7 se producen en el sur de California generalmente cada dos décadas, según una entrevista de Jones a The Guardian.

«Tuvimos 20 años particularmente tranquilos. […] Esa no es nuestra frecuencia [típica] a largo plazo, y debemos esperar más terremotos de los que hemos tenido recientemente. Lo más probable es que en los próximos cinco años se produzcan más temblores de los que hemos tenido en los cinco años anteriores», dijo la investigadora a The Guardian.

Previamente, el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS, por sus siglas en inglés) estimó en un 9% las probabilidades de que el primer sismo generara réplicas de magnitudes mayores a 6,4.

El mecanismo

Los sismos registrados esta semana constituyen ejemplos típicos de temblores producidos por las llamadas fallas de desplazamiento de rumbo, indica por su parte el meteorólogo Alan Rose en su cuenta de Twitter.

«Son fracturas verticales en las que los bloques se deslizan una contra otra horizontalmente para liberar la tensión bajo la superficie de la Tierra», explica.

Esas formaciones geológicas aparecen en los lugares donde entran en contacto placas tectónicas, enormes fragmentos de la litosfera que se mueven en direcciones diferentes. En el caso de California, la tensión subterránea se produce por la interacción de las placas de América del Norte y del Pacífico, que se desplaza hacia el noroeste a una velocidad de cinco centímetros al año.

La más peligrosa de ellas, la falla de San Andrés, que atraviesa el estado del norte al sur, no participó en la actividad, sino que el movimiento telúrico fue causado por un «sistema complejo» de fallas, comunicó a The New York Times el sismólogo Tom Heaton, también del Instituto de Tecnología de California.

Las observaciones sobre las réplicas del primer temblor muestran claramente que se trata por lo menos de dos fallas, una de las cuales se extiende de noroeste a sureste, y otra que es perpendicular a ella.

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