De Hassanes, oraciones y demonios

Definitivamente que las elecciones de noviembre del 2016 han despertado interés y curiosidad, tanto de los partidos o grupos políticos que participarán, y sobre todo de las fórmulas presidenciales que los representarán, tal es el caso de la hasta hoy desconocida alianza “Unidad Democrática”, que este fin de semana escogió a un precandidato a la primera magistratura.

 La mencionada agrupación “ungió como precandidato a la Presidencia de la República a Moisés Hassan, quien prácticamente estaba desparecido del espectro político y que en otros tiempos estuviera en las  filas del FSLN como miembro de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y ex Alcalde de Managua, pero que finalmente renunciara a los ideales sandinistas.

Tras abandonar las filas rojinegras inició un movimiento llamado Partido de Acción Ciudadana (PAC), mismo desde el que lanzó ataques en contra de sus antiguos compañeros en el FSLN y a la propia revolución una vez ocurrida la pérdida electoral de 1990, al igual que hicieron muchos que abandonaron el barco creyendo que el sandinismo eventualmente desaparecería.

Rescatan del osario político

Este giro político de 180 grados en su forma de pensar respecto al FSLN y su dirigencia, está más que comprobado con solo el hecho de conocer a quienes integran esta desconocida Unidad Democrática, y que lo están apoyando como precandidato a la presidencia en las famosas primaria que supuestamente organizará Hagamos Democracia con fondos provenientes de EEUU.

Además de su grupo Partido Acción Ciudadana (PAC), la Unidad Democrática está integrada por Alfredo César, del Partido Conservador (PC); Pedro Reyes, del Partido Liberal Independiente Histórico (PLI-H); José Esteban González, del Partido Social Cristiano (PSC) y Luis Medal, del Movimiento Tres Revoluciones (M-3R) todos ellos de reconocidas referencias antisandinistas.

Más hígado que sesos

Por si esto fuera poco, a esta designación los medios de comunicación de la derecha le dieron una cobertura suficientemente proporcional a la figura del postulado, quien al igual que todos sus compinches actuales basará toda su estrategia y su campaña electoral en el antisandinismo visceral, mismo que seguirá alentando a como lo viene haciendo desde que desertó del FSLN hace más de dos décadas.

Y mientras en la mencionada “Unidad Democrática” se dedicaban a sacudir fósiles, la nota jocosa y demencial a la vez, la daban el PLI y sus aliados en Carazo, quienes llegaron a decir que más que votos necesitaban de oraciones para poder ganarle a un FLSN “demoníaco”, pero la verdad es que necesitarán más que de un milagro para poder ganar las elecciones del 2016.    

  

  

 

 

 

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