Tres apuntes de alegría en Revolución

 

Ramón Pedregal Casanova*

1. El paseo nos llevó a la UNAN, queríamos tener una idea de lo que significaba el Día de la Alegría, 17 de julio, entre los jóvenes de Nicaragua presente y futura. Las zonas ajardinadas, los centros de estudio, las terrazas puestas para disfrutar un café… arropaban la música revolucionaria que parecía volar, y entre pabellones nos dirigimos a uno de los puntos de donde adivinábamos que salía.

Un numeroso grupo de estudiantes iba sentándose en un cruce de calles del centro universitario teniendo al frente un pequeño escenario, era recogido por banderas rojas y negras y pancartas encendidas celebrando la Revolución. En toda la Nación, el día 17, con Alegría se celebraban los 45 años sobre los que la vida nueva circulaba, el tirano huyó en esa fecha y no volverá.

El mes de julio es de grandes celebraciones por el vuelo del asesino, pero también ese día Nicaragua se entregaba en emoción recordando a los héroes de cada casa y de cada calle, en cada pueblo, en cada ciudad, … se han reunido las familias sumergidas en el amor del Frente Sandinista, sus militantes, gente trabajadora y humilde que sostiene la memoria y con ella la transmisión de valores.

En todo el suelo de Nicaragua la Alegría era tan común, que a los que llegan de fuera les puede parecer extraordinaria, alegría amenizada por grupos de músicos, baile y cantantes magníficos, juegos de participación social, expresiones de hermandad para manifestar la marcha hacia el mejor futuro.

2. Volvimos a casa pensando en aquel otro país, el que había quedado fuera de combate, el viejo, el que había sido animal de presa contra el pueblo. Llegábamos con la lucidez necesaria para apreciar lo que iba a representar el día 18 de julio, una fecha especial para las reuniones de calle en recuerdo de quienes combatieron, quienes pusieron de su parte organizada y disciplinadamente su vida al servicio de los comunes.

Día de las últimas derrotas del somocismo que ahora se conmemora con Vigilias y Dianas, llegada de internacionalistas para celebrar el gran triunfo del pueblo gobernante, y para la infancia, que aquí llaman “los mimados”, gran celebración en el Parque las Piedrecitas, el lugar que hace la felicidad de quienes van a reforzar el futuro. Pero no iba a ser solo esa clase de festividad, la ocasión era oportuna para que las cooperativas del transporte recibiesen los últimos autobuses venidos desde China, hasta 1.000 hicieron el número de entregas.

3. El amanecer del día 19 en Managua llegaba con los fuegos artificiales, la música Revolucionaria, los pitidos de cuanto vehículo pueda imaginarse y una gran ola, compacta, muy compacta, de voz humana, ¿seguirían a Los Guaraguao, a otros grupos musicales y cantantes? El pueblo desde la noche anterior se divertía en la Avenida Bolívar y la rotonda que lleva el nombre del presidente Chávez.

Quienes no se encontraban allí estaban reunidos en las vigilias que se celebran en los barrios, participaban en las caminatas o formaban parte de las caravanas de motoristas y coches repletos de gente con Banderas y Vivas, así los vimos hasta el momento de asistir a un momento conmovedor de gran celebración. La ola de voz humana, grande, grandísima, acompañó al comandante Daniel y a la vicepresidenta Rosario como saludo a su presencia.

Las primeras palabras del comandante fueron ¡AQUÍ NO SE RINDE NADIE!, y la ola fue un mar levantándose en aplausos. Nos llamaba la atención que el público en gran medida era gente joven, revolucionaria, consciente de ser parte de la Nación que ha demostrado siempre su antiimperialismo y su solidaridad con los pueblos en lucha, y asistieron representantes de Cuba, Palestina, Rusia, Belarus, China, Vietnam, Venezuela, Honduras, Irán, Argelia, Sudáfrica, Angola, Burkina Faso, Costa de Marfil, Emiratos Árabes Unidos, Ghana, Osetia del Sur, Catar,

… El mundo que abre la puerta al multilateralismo, a la búsqueda del entendimiento y el respeto entre los pueblos, buscadores de la paz, sin duda una diferencia clara con las aspiraciones del imperio y sus lacayos. Una vez de vuelta a casa fui contemplando la paz alegre y consciente de Nicaragua abrazando la maestría de la Revolución para construir las nuevas victorias.

* Pedregal Casanova es autor de los libros: Gaza 51 días; Palestina. Crónicas de vida y Resistencia; Dietario de Crisis; Belver Yin en la perspectiva de género y Jesús Ferrero; y, Siete Novelas de la Memoria Histórica. Posfacios. Presidente de AMANE. Miembro de la Asociación Europea de Apoyo a los Detenidos Palestinos Ramón. Miembro de la Red de Artistas, Intelectuales y Comunicadores Solidarios con Nicaragua y el FSLN. Colaborador del canal Antiimperialistas.com, de la Red en Defensa de la Humanidad.