“Chano” García, genéticamente somocista

Anastasio Somoza García, el tirano fundador de la estirpe sangrienta que enlutó a Nicaragua durante varias décadas, y su orgulloso descendiente Luciano García Mejía, alias “Chanito”.

* Probablemente los encumbrados miembros de la estirpe sangrienta nunca lo tomaron en cuenta -si es que acaso sabían que existía-, pero este personaje, profundamente antisandinista, se ufana de pertenecer al linaje de la tenebrosa familia que asesinó al General Sandino y sembró el luto y el dolor en los cuatro puntos cardinales de Nicaragua.

Hemos conocido a personajes de la oposición golpista de Nicaragua que reconocen ser somocistas hasta las cachas, pero no teníamos noticias de algún consanguíneo de la familia criminal que se apoderó de nuestro país y lo ensangrentó durante varias fatídicas décadas.

Luciano Rafael García Mejía, alias “Chano” o “Chanito”, es el sujeto que se enorgullece de estar emparentado con los genocidas Somoza, a través de un vínculo directo entre su padre, Camilo Horacio García Mendieta y el fundador de la dinastía sangrienta, Anastasio Somoza García, el viejo “Tacho” quien, tras asesinar al general Sandino, se autonombró presidente de Nicaragua entre 1937 y 1947 y por segunda ocasión de 1950 a 1956, año este último cuando el héroe y poeta Rigoberto López Pérez, lo ajustició.

A Luciano García o “Chanito”, le gustó siempre llevar un alto estilo de vida que lo diferenciara del común de los mortales, al menos en Nicaragua. Viste ropa de marca, usa costosas guayaberas y cuando vivía aquí, normalmente organizaba salidas recreativas con su familia a lugares como Selva Negra, Montelimar y playa Costa Esmeralda, en Rivas.

Genéticamente somocista

A este pariente del asesino del General de Hombres Libres A.C. Sandino, le gusta mantenerse activo en las redes sociales y periódicamente compartía tiempo con amistades cercanas, con las que organizaba asados e ingesta de alcohol. Le gusta el futbol y el frontón, deporte este último que practicaba en el Club Terraza y en Casa España, en Nicaragua.

Como hemos visto, es antisandinista hasta por los genes de los criminales Somoza que corren por su sangre, característica que lo empujó tempranamente a ser captado como operador político de organismos norteamericanos injerencistas como la USAID-CIA, NED, IRI, NDI y Freedom House, entre otros.

¿Le basta con ser antisandinista de por vida por su estrecho vínculo consanguíneo con el fundador de la dinastía sangrienta, Somoza García? Pues no. Igual se jacta de ser sobrino político del caudillo conservador, Emiliano Chamorro, el del infame tratado con los Estados Unidos en 1914, que puso nuestra soberanía bajo la bota de los invasores gringos.

Sigue conspirando desde Costa Rica

Actualmente radica en San José, Costa Rica, donde funge como Director Ejecutivo de Hagamos Democracia (HADEMOS), organización que utiliza para administrar fondos del proyecto Monteverde, que dirigen los agentes del imperio gringo Patricio Gajardo, del IRI, y Alexander Chavarría Bianchini, del NDI, cuyo objetivo ha sido aglutinar a toda la oposición en una plataforma de dominio estadounidense, para socavar la estabilidad e integridad territorial del país e incentivar al derrocamiento del gobierno legalmente electo del presidente Daniel Ortega.

Patricio Gajardo, del IRI y Alexander Chavarría Bianchini, del NDI. Dos agentes del gobierno norteamericano que practican el Injerencismo en Nicaragua a través de Luciano García y otros lacayos locales del imperio.

Se conoce que, mediante la reorientación de los fondos que recibe de las agencias norteamericanas antes mencionadas, de carácter supuestamente no lucrativo, ha establecido negocios personales en la provincia de Alajuela, Costa Rica, donde tiene tres modernos puestos de venta de carne, los cuales son administrados por su esposa, Thelma Aragón Espinoza.

La anterior información fue hecha pública por golpistas que huyeron con “Chanito” García hacia Costa Rica, tras fracasar estrepitosamente el sangriento golpe de Estado que impulsaron en Nicaragua en 2018. La denuncia tuvo su origen porque los fondos iban destinados para paliar las carencias de los tranqueros en el país vecino.

Un somocista conservador

Luciano García Mejía, alias “Chanito”, nació en Managua, del matrimonio entre Camilo Horacio García Mendieta, originario de San Marcos, Carazo, y de Mélida Mejía Álvarez, nacida en Granada.

Durante su niñez y adolescencia, habitó junto a sus padres y sus cinco hermanos en el Reparto Motastepe, del portón trasero del Hospital Carlos Roberto Huembés, 4 y ½ cuadras al oeste.

Pese al orgullo familiar de ser parientes directos de Anastasio Somoza García, su padre, Camilo García Mendieta fue militante del Partido Conservador, mientras que su madre era ama de casa. Sus hermanas realizaron sus estudios de primaria y secundaria en el Colegio Teresiano de Managua, mientras que Luciano García Mejía estudió hasta tercer año en el Colegio Centro América.

Padres lo «encauzaron»

En 1983, inconforme con las políticas de entonces del colegio en apoyo a la Revolución Popular Sandinista, su padre lo cambió de colegio y lo trasladó al Colegio Calasanz junto con su hermano mayor Horacio Martin García Mejía. En 1984, en el Calasanz, se incorpora al Movimiento Democrático Nicaragüense (MDN), que adversaba políticamente a la Juventud Sandinista.

En ese mismo año, junto a sus hermanos emigró hacia Costa Rica para evitar el cumplimiento del Servicio Militar Patriótico (SMP). En el país vecino continuó sus estudios de secundaria y universitarios. En 1992 se graduó de ingeniero agropecuario en el Tecnológico de Costa Rica. En ese mismo año contrajo matrimonio con Thelma Ligia Aragón Espinoza, originaria de Managua, con la que procreó dos hijos, Luciano Rafael García Aragón, y Andrea Alejandra García Aragón.

Retorna a Nicaragua

En 1996 retornó a Nicaragua y se integró a la ONG Hagamos Democracia, e influenciado por Mario Sebastián Rapacciolli se incorporó al sector juvenil del Partido Conservador. En 2002 fue presidente de la Juventud Conservadora y miembro de la Directiva Nacional. En 2005 entregó el cargo para asumir como Secretario de Comunicaciones de ese partido.

En 2006, en búsqueda de aspiraciones políticas que no veía en el Partido Conservador, se integró al Partido Liberal Independiente (PLI), encabezado en ese momento por Eduardo Montealegre, postulándose en las elecciones presidenciales de ese año como candidato a diputado, escaño que no logró alcanzar. En las elecciones de 2008 fue electo como concejal de la Alcaldía de Managua para el periodo 2009-2012.

El 2010 ocupó el cargo de vicepresidente de la “Asociación Departamental de Racquetball Matagalpa”, organización no gubernamental que impulsó con el miembro del MRS Leonel Argüello Irigoyen y Fernando José Mansell Villanueva.

Compró presidencia de Hagamos Democracia

En 2017 asumió la dirección ejecutiva de la ONG Hagamos Democracia, cargo que obtuvo tras comprar los votos de varios directivos, entre ellos Félix Maradiaga, según denuncia del periodista Oscar García Vallecillo. Desde ese puesto tuvo incidencia en la canalización de fondos para organizaciones antisandinistas como el Movimiento por Nicaragua, Coordinadora Civil, Comisión Permanente de Derechos Humanos (CPDH) y Movimiento Campesino.

Uno de los documentos publicados por el periodista Oscar García Vallecillo, que demuestra los pagos que realizó Luciano García para garantizarse la presidencia de Hagamos Democracia.

Ese mismo año, la Fundación Nacional para la Democracia (NED), le aprobó financiamiento de los proyectos “Promoción de la supervisión legislativa y elecciones libres y justas”, por un monto de US$80,000,00 dólares y “Fortalecimiento de la capacidad estratégica de la sociedad civil para defender la democracia” por un monto de US$100,000,00, con un periodo de ejecución octubre 2017- septiembre 2018.

Dichos fondos fueron utilizados para la financiación de actividades que incitaron a la desestabilización y el incremento de actos delincuenciales y terroristas durante el fallido de Golpe de Estado de 2018, del que el pariente de los Somoza fue activo partícipe.

En 2018 y 2019, durante y después del frustrado y sangriento golpe de Estado, la NED continuó con el financiamiento a actividades que menoscaban la integridad territorial de Nicaragua, al renovarle el financiamiento de los proyectos “Abogando por una Asamblea Nacional más Democrática”, por un monto de US$75,000,00 dólares y “Brindar a los Nicaragüenses Acceso a la Información Independiente”, por US$90,000,00, que fueron utilizados para el pago de oficinas de la Alianza Cívica y Unidad Nacional Azul y Blanco (UNAB) en el segundo piso del Edificio Corporativo (ECO).

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